Los 45.000 obreros de la construcción, tanto de la edificación privada como de la obra pública, cuyas condiciones laborales están reguladas por el convenio colectivo nacional recientemente aprobado, están llamados a una huelga de cinco jornadas en diciembre, enero y febrero para exigir el convenio autonómico del sector, que establecería considerables mejoras de tipo social, como ya ha quedado fijado en otras regiones como Andalucía, Navarra o Galicia.
Las cinco jornadas de paro se verán precedidas por una concentración frente a una de las tres patronales del sector, Fecia. La protesta, que se celebrará el próximo jueves, reunirá a medio millar de delegados que previamente se reunirán en los salones de CC OO y UGT, según explicó ayer a este diario el secretario intercomarcal de la Federación de la Construcción, Fecoma, de CC OO, José Manuel Martínez.
El hecho de desarrollar esta concentración entre las doce y la una de la tarde sólo en la patronal Fecia se debe a que, según explica Martínez, es la patronal que preside Ramón Jerez la que suele reunir a las tres patronales y a los sindicatos para cualquier tipo de negociación colectiva. 'Además, coincide ahora que Jerez es el presidente de la patronal regional de la construcción y de la Fundación Laboral de la Construcción', añade el representante sindical.
Los sindicatos de la construcción llevan unos tres años reclamando que se regulen sus condiciones laborales a través de un convenio de tipo autonómico, que complemente el nacional. Varias son las cláusulas que deben regularse, no sólo la de tipo salarial. El desfase salarial es de unos 1.200 euros entre Alicante, Valencia y Castellón, si bien los obreros de Alicante son los mejor pagados. Otros son los motivos de fricción, fundamentalmente los de tipo social. Así, los sindicatos quieren exigir a la patronal que regularice y equipare en las tres provincias valencianas la incapacidad laboral transitorio por accidente laboral. En Alicante, el 100% de los emolumentos salariales se le respetan al trabajador, mientras que en Castellón se reducen al 70 por ciento, según explica Martínez.
Incremento salarial
CC OO y UGT están actuando de forma conjunta para abrir las mesas de negociación, con resultados hasta ahora negativos por parte de las tres patronales de Alicante (la de los constructores Fecia, la de los promotores Provia y la de empresarios de obra pública Fopa). El convenio nacional ha fijado un incremento del 3,5% para los salarios de los obreros durante el año 2008, 'pero lo que queremos es un compromiso de los empresarios para que el año que viene se abra la mesa autonómica con un texto único y regularizar los asuntos salariales y sociales de todos los obreros', añade el representante sindical.
La huelga, a la que están llamados unos 45.000 obreros de la construcción civil y pública de Alicante y 150.000 de la Comunidad Valenciana, ya está registrada ante la autoridad laboral y gubernativa, según explica el sindicalista de CC OO. Aunque previamente al inicio de los cinco días de paro habrá un último intento de aproximación entre la masa salarial y las tres patronales a través de la mediación del Tribunal de Arbitraje Laboral (TAL), todo apunta a que finalmente habrá inactividad casi total en el sector del ladrillo. La huelga se ha convocado para los días 14 de diciembre, otros dos días en enero y otros dos en febrero.
Los sindicatos mayoritarios no entienden cómo la patronal en el sector de cementos y derivados sí que ha habido una aproximación con la patronal y en el caso de la construcción no hay posibilidad de entendimiento. En el caso de cementos y derivados, también hubo un amago de huelga general hace unos meses, que afectaba a más de 15.000 operarios alicantinos. Finalmente, no se desarrolló el paro. Se acordó una subida salarial del 1,5% y una equiparación de derechos sociales y laborales en general en el plazo de diez años en las tres provincias autonómicas.
En este caso, todo apunta a la huelga. 'La decisión es firme por parte de UGT y CC OO, vamos hacia una movilización sectorial como la que se desarrolló hace tres años para exigir más medidas de seguridad y salud en el sector', recuerda José Manuel Martínez.
Distinta coyuntura
Los sindicatos explican que hace tres años que están exigiendo a las patronales autonómicas de construcción, promoción inmobiliaria y obras públicas la firma de un convenio colectivo regional que se base en el nacional, pero que recoja las especificidades de cada una de las tres provincias para equiparar las condiciones de los 150.000 obreros que están empleados en la Comunidad.
El casi seguro desarrollo de esta huelga de cinco días se produce en un escenario totalmente distinto al de los últimos años. Este diario informó hace unos días de que el sector podría perder 20.000 empleos directos como consecuencia de la desaceleración y el enfriamiento que registra el mercado inmobiliario, después de que la patronal de promotores Provia haya reconocido por primera vez en un cuarto de siglo que se puede producir un colapso o saturación de la oferta en la Costa Blanca ante el parón en seco de las ventas.
El sector de la construcción suma al día de hoy 11.654 trabajadores en el paro, casi el doble que hace justo un lustro, cuando el sector evolucionaba con tasas de crecimiento vertiginosas, tanto en términos de fabricación como de demanda y de precios, que crecían anualmente con dos dígitos.
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