Se estima que la huelga de los tramoyistas de Broadway cuesta a la ciudad de Nueva York diariamente unos 17 millones de dólares,.
Los afectados no sólo son los musicales y otras obras del barrio teatral más famoso del mundo, sino también muchos restaurantes y tiendas de esa zona de la ciudad.
Este lunes, en la tercera jornada de la huelga, tampoco se vislumbraba una solución. Según el diario "The New York Times", el alcalde Michael Bloomberg se ofreció como mediador, pero hasta ahora sin éxito.
Los tramoyistas iniciaron el sábado su medida de fuerza. Protestan contra la flexibilidad de las condiciones laborales que plantean los productores teatrales.
Más de veinte espectáculos se suspendieron desde entonces, entre ellos, grandes éxitos como "Mamma Mia!", "Chicago", "Hairspray" o "El fantasma de la ópera". Los más decepcionados son los turistas, que muchas veces adquieren sus entradas con varios meses de antelación.
"Este es un enfrentamiento laboral privado, pero las consecuencias económicas son muy públicas y se sentirán mucho más allá del teatro", advirtió Bloomberg. "Por eso, responde al interés general que ambas partes se reúnan y superen sus diferencias".
También actores, músicos, maquilladores e incluso agentes de prensa se sumaron a esta reinvindicación laboral. Sólo unas pocas salas, que no están organizadas sindicalmente, continúan con su programación a pesar de la huelga.
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