La dependencia económica facilita que las mujeres con discapacidad física de la Comunidad de Madrid sufran violencia doméstica, ya que, según un estudio, el 55 por ciento de las mujeres con discapacidad que trabajan no padecen violencia y el 64 por ciento de mujeres discapacitadas que está en paro son víctimas de la violencia de género.
El informe 'La mujer con discapacidad física en la Comunidad de Madrid. Incidencia de la violencia de género, malos tratos y desempleo como factores de discriminación', elaborado por Caja Madrid y Servimedia tras una encuesta realizada a 64 mujeres, pone de manifiesto que el 22 por ciento de las madrileñas discapacitadas tiene dificultades de acceso a cines y teatros, el mismo porcentaje a discotecas, un 6 por ciento a espacios deportivos, y un 50 por ciento dice tener dificultades de acceso a todos los lugares de ocio.
El porcentaje de mujeres con discapacidad física que no trabajan es superior al resto de los ciudadanos, de manera que un 58 por ciento de las mujeres con discapacidad física de la Comunidad de Madrid declaran tener dificultades de integración laboral, lo que desemboca en que un 52 por ciento de estas mujeres no trabaje.
Del mismo modo, de las mujeres que trabajan sólo un 25 por ciento lo realiza en su profesión y un 11 por ciento en un trabajo normalizado, lo que se traduce en una situación de trabajo precaria en el 59 por ciento de los casos. Además, cuando se trata del sentimiento de dificultad para poder alcanzar la plena integración laboral, el 35 por ciento de estas mujeres contestan que estas dificultades son como consecuencia de su discapacidad.
EL 48% ABANDONA LA FORMACION
Los expertos también apuntan que el 48 por ciento de las mujeres han abandonado la formación debido a la falta de estímulos (24 por ciento), presiones familiares/sociales (12 por ciento), incapacidad (22 por ciento) y por necesidad de encontrar trabajo (42 por ciento).
Además, señalan que las discapacitadas físicas dependen casi toda la vida de sus familias, de modo que el 38 por ciento recibe apoyo con ayuda económica, el 28 por ciento no recibe apoyo, sí ayuda económica, el 31 por ciento no recibe apoyo ni ayuda, y en el 3 por ciento ni siquiera toman contacto con ellas.
La mujer con discapacidad participante en este estudio tiene una edad media de 41,76 años. De ellas, un 68 por ciento padece una discapacidad de tipo motora, un 4 por ciento de comunicación, un 3 por ciento de manipulación y un 25 por ciento otro tipo de discapacidad.
Por otro lado y, respecto a su estado civil, el 54 por ciento están solteras, un 25 por ciento casadas, un 7 por ciento en pareja, un 5 por ciento divorciada y/o separada y un 3 por ciento viuda.
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