El grupo de bollería industrial Panrico se comprometió a invertir 18 millones de euros en su fábrica de Santa Perpetua de la Mogoda (Barcelona) en los tres próximos años y a mantener el volumen de plantilla a cambio de una garantía de estabilidad salarial por parte de los sindicatos.
La compañía y los sindicatos firmaron un convenio colectivo a cuatro años vista que prevé incrementos salariales equivalentes al IPC y un plan de viabilidad para la factoría barcelonesa.
Ese plan incluye la puesta en marcha de una nueva línea del producto Bollycao Dokyo -con lo que se evitará el excedente de 47 trabajadores previsto en un principio- y la modernización de las líneas de fabricación de Donuts y de pan de molde.
Fuentes de Panrico y sindicales informaron ayer de que en la nueva línea de producción se recolocará a esos 47 empleados excedentes como consecuencia del cierre de un turno de la línea de pan y de las mejoras tecnológicas y de automatización en la planta de Santa Perpetua de la Mogoda, que emplea a cerca de 500 personas.
Panrico, controlada por la compañía británica de capital riesgo Apax Partners, sigue adelante con su plan estratégico, cuyo principal eje es la salida a bolsa de la empresa, prevista para el año 2010.
Tras semanas de negociaciones con los sindicatos, Panrico también anunció que, con el tiempo, pondrá en marcha un plan de prejubilaciones voluntarias en el centro de Santa Perpetua de la Mogoda similar al pactado a principios de 2006 para el personal de 53 años en adelante.
Los sindicatos se comprometieron a trabajar con la empresa para reducir los índices de absentismo laboral en esta fábrica.
Panrico anunció el pasado mes de abril la venta de parte de sus activos inmobiliarios, en concreto los edificios de las fábricas de Madrid, Valladolid, Murcia y Córdoba, para reducir de forma "significativa" su nivel de deuda.
Esta operación de venta, de la que no se facilitó el montante, incluía contratos de alquiler de 25 años de duración, renovables, de las fábricas de Paracuellos del Jarama (Madrid), Valladolid, Murcia y Puente Genil (Córdoba).
Anteriormente, ya había vendido su sede corporativa, situada en el barrio barcelonés de Pedralbes, a la inmobiliaria Núñez i Navarro; su fábrica de Villaverde (Madrid), y sus activos en China y Grecia, tras proponerse el abandono de su actividad exportadora.
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