El secretario general de la Federación de Metal, Construcción y Afines (MCA) de la UGT de Cataluña, Manuel Gallardo, ha reclamado a los proveedores españoles del sector de la automoción que cooperen para evitar las presiones de los fabricantes, sobre todo en un contexto de recorte de costes.
Ayer, horas antes del inicio del congreso extraordinario de la MCA, que supondrá la despedida de Gallardo después de ocho años al frente de esta federación, el dirigente sindical solicitó un esfuerzo a los proveedores en investigación y desarrollo para hacer frente al fenómeno de la deslocalización.
En el caso de Seat, espera que el presidente de esta compañía, Erich Schmitt, disponga del tiempo suficiente para llevar a cabo sus planes, que pasan por ampliar la gama de productos con la fabricación de nuevos modelos, con el objetivo de alcanzar las 800.000 unidades en 2018.
Schmitt fijó recientemente para finales del año 2011 su jubilación de compañía automovilística.
En cuanto al sector de la construcción, ha pedido a los empresarios que confíen en los sindicatos para afrontar los retos del futuro, como la reducción de la siniestralidad laboral.
Gallardo, sindicalista de la UGT desde hace 33 años, será sustituido por Isabel Martínez, actual secretaria de Política Sindical de la formación, ya que ha decidido jubilarse a sus 65 años de edad.
Martínez, trabajadora de Seat, como su antecesor, se convertirá así en la primera mujer en Cataluña que liderará una federación tan importante como la del metal, que cuenta con 34.000 afiliados y 5.400 delegados sindicales en toda Cataluña.
Ya fue la mano derecha de Gallardo durante seis años en la federación hasta que hace dos pasó a formar parte del secretariado de UGT de Cataluña elegido en su último congreso, celebrado en Lleida.
A lo largo de su mandato, el secretario general saliente de la federación metalúrgica ugetista ha debido hacer frente al cierre de grandes empresas del sector, como Lear, que dejó sin empleo a cerca de un millar de personas, y a históricas como Miniwatt, Braun y Samsung, entre otras.
También ha afrontado los últimos ajustes de plantilla en Seat, 'el buque insignia' de UGT de Cataluña, donde desde hace años es el sindicato mayoritario.
Desde una óptica posibilista y pragmática, Gallardo ha optado por impulsar durante su mandato una política de la negociación en el sector frente a la confrontación, con acuerdos de convenios incluso a diez años, si bien no ha dudado en secundar huelgas y paros en las empresas en las que se complicaba la negociación de un convenio y también para los del sector o provinciales.
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