Unas 400 personas protestaron ayer en Barcelona contra el cierre de empresas del sector de la automoción, en una manifestación convocada por trabajadores de empresas como Seat, Sysmo, Frape y Mercedes y apoyada por diferentes organizaciones sindicales, entre otras CGT. La marcha partió de Plaza Sant Jaume y culminó en el Parc de la Ciutadella.
Los manifestantes, un millar según los organizadores y 350 según la Guardia Urbana, entregaron una carta dirigida al presidente de la Generalitat, José Montilla, en la que le reclaman una reunión urgente para trasladarle las inquietudes de su sector.
Los organizadores recordaron que más de 100 despedidos por Seat en 2005 siguen pendientes de la vuelta a su puesto de trabajo, y aseguraron que "la administración tiene una responsabilidad política y social, y un deber de dar salida al conflicto".
En declaraciones a Europa Press, el secretario de Comunicación de CGT Metal Baix Llobregat, Juanjo Córdoba, aseguró que los trabajadores están "hartos de cierres de empresas y deslocalizaciones". Córdoba explicó que la protesta "transcurrió de forma pacífica".
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