Cada año hay menos mineros. Esa es la tendencia, coinciden en señalar tanto la empresa Unión Minera del Norte (Uminsa) como las centrales sindicales. La reconversión y los planes de ordenación del carbón han reducido el número de trabajadores de las cuencas a mínimos históricos.
En la cuenca palentina, además de una fuerte reducción de la plantilla, toda la actividad minera se ha concentrado en dos únicas explotaciones -el moderno túnel de Las Cuevas y el pozo de Carbones San Isidro-. Los puestos de trabajo directos que hoy genera el carbón se cifran en 187 -170 en el yacimiento de Uminsa, entre Guardo y Velilla, y otros 17 en San Isidro-. Las subcontratas mineras aglutinan a otros setenta trabajadores, que también desarrollan su jornada laboral en las minas.
El nuevo Plan del Carbón, firmado hasta el año 2012 por Carbunión, las centrales sindicales y el Gobierno, que tantas dificultades ha conllevado su aplicación definitiva, prejubilará a otros 45 trabajadores en poco más de cuatro años. Las directrices del documento, que recoge las obligaciones de las empresas y de la administración, establece cuatro nuevas recolocaciones por cada nueve prejubilaciones. Los sindicatos esperan que se cumplan los contratos, en las que tendrán preferencia los mineros afectados por el cierre de empresas y los que trabajan en régimen de subcontratación.
Los mineros están hoy de fiesta. La celebración de Santa Bárbara, que se festeja cada 4 de diciembre, sirve de recordatorio de una profesión arriesgada, que ha costado tantas vidas y sacrificios y que ha generado mucha riqueza en pueblos y comarcas, que ahora lamentan el recorte de producción y de empleo.
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