La compañía farmacéutica Bristol-Myers Squibb se propone reducir en un 10 por ciento su plantilla y en más de un 50 por ciento sus plantas de producción entre 2007 y 2010, en un ambicioso plan para ganar eficacia y competitividad, según informó el miércoles la empresa.
Algunos de esos puestos de trabajo fueron ya eliminados en este año, pero la mayor parte del recorte se realizara en 2008 y 2009, apuntó la compañía sin especificar cifras.
'A la vez que reducimos puestos en ciertas funciones continuaremos invirtiendo en las áreas de investigación y desarrollo, biológica y comercial', señaló James Cornelius, consejero delegado de la empresa farmacéutica, en un comunicado.
La empresa estadounidense explicó esas y otras iniciativas durante una reunión con inversores y revisó a la baja sus perspectivas de ganancias en el presente ejercicio fiscal.
La compañía consideró que el beneficio por acción al final del ejercicio de 2007 se situará entre 1,15 y 1,20 dólares por título, comparado con cálculos de entre 1,28 y 1,33 dólares que había divulgado con anterioridad.
Las previsiones menos favorables reflejan el efecto de un cargo negativo de unos 300 millones de dólares, asociado a medidas para incrementar la productividad, y que prevé contabilizar en el cuarto trimestre de este año.
Para el ejercicio de 2008, la empresa espera un beneficio de entre 1,44 y 1,54 dólares por título.
La compañía afirmó que continuará invirtiendo en productos claves para su crecimiento, incluidos los fármacos para el tratamiento de enfermedades cardiovasculares y otros relacionados con el metabolismo.
También se propone salir del sector relacionado con el equipamiento gráfico para la Medicina y reubicar recursos que le permitan plantearse futuras adquisiciones estratégicas para su crecimiento, así como establecer colaboraciones con otras compañías.
La empresa explicará también a sus inversores detalles de un ambicioso conjunto de iniciativas para mejorar la productividad, la eficacia y la competitividad de la compañía.
Esas medidas incluyen una reducción general de operaciones y también en el área administrativa, subcontratar actividades cuando lo considere apropiado y simplificar la presencia de la compañía desde el punto de vista geográfico.
También reducirá en un 60 por ciento, entre 2007 y 2011, el número de marcas comerciales en su cartera de productos con pocas perspectivas de crecimiento.
La empresa prevé que el costo asociado a la mejora de productividad será de entre 900 y 1.000 millones de dólares antes de impuestos, de los que incluirá entre 400 y 500 millones en las cuentas de 2008, otros 300 millones en 2007 y el resto no ha decidido aún cuando lo contabilizará.
La compañía informó además que su consejo de administración acordó incrementar un 11 por ciento el dividendo para el próximo año, el primer aumento que aprueba en 5 años.
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