El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, concretó ayer la apuesta de España por el desarrollo de Africa y anunció la apertura de trece escuelas taller en el continente, un plan de infraestructuras y cupos migratorios que comenzarán con recolectores de fresa procedentes de Mali.
En la rueda de prensa que ofreció en Lisboa para hacer balance de la II Cumbre UE-Africa, Zapatero se mostró convencido de que Europa 'adquiere grandeza política y ética' con esta reunión, una de las más importantes que, en su opinión, ha celebrado la UE en su historia.
Tras recordar el 'gran esfuerzo' de España en los últimos cuatro años, triplicando la ayuda al desarrollo dirigida a Africa (de 500 millones de euros a 1.500), explicó que en las numerosas reuniones bilaterales que ha mantenido durante la Cumbre ha constatado que el modelo español de cooperación es 'el modelo útil y el que quieren los países africanos'.
Europa, el continente de la democracia, el más rico, debe ser también, dijo Zapatero, 'el continente mejor', y lo será si dedica esfuerzos políticos, económicos y diplomáticos a mejorar el futuro de quienes tienen menos posibilidades y cumple con los Objetivos del Milenio.
Como sostuvo ayer ante el plenario de la Cumbre, manifestó que la inmigración irregular es 'un gran fracaso colectivo' y defendió su propuesta de 'un gran acuerdo Europa-Africa' sobre inmigración, asumiendo que la ayuda sólo será eficaz si se invierte en educación, trabajo e infraestructuras.
Anunció en este contexto que, al igual que ya hizo con Senegal y ayer se ha acordado con Mali, se fijarán cupos para que jóvenes africanos puedan trabajar legalmente en España según las necesidades del país.
Junto a esta medida, para incrementar las posibilidades de empleo en los lugares de origen, avanzó que se crearán trece escuelas-taller y que la primera se pondrán en marcha en Mali.
La tercera propuesta de Zapatero es un 'ambicioso' programa de infraestructuras, que estará listo en las próximas semanas y que se centrará en el Africa occidental y subsahariana.
Incluirá infraestructuras ferroviarias, carreteras y caminos rurales, y los proyectos contarán en ocasiones con intervención directa del Ministerio de Fomento español, mientras que en otros se buscará financiación privada.
Zapatero defendió el cambio de la política española hacia Africa y destacó la apertura de seis nuevas embajadas en el continente, un despliegue que, dijo, está dando frutos 'enormemente positivos'.
'Europa debe ser consciente de que, en buena medida, el porvenir de su riqueza y el equilibrio del orden internacional va a depender del futuro de Africa', manifestó.
En el marco de la Cumbre, Zapatero se reunió con los mandatarios de Senegal, Mauritania, Chad, Angola, Argelia, Nigeria, Guinea Conakry, Guinea Bissau y Mali, todos ellos, según él, países determinantes para controlar la inmigración irregular y 'extraordinariamente agradecidos' con España.
Abogó por un diálogo basado en un 'sentimiento constructivo' y no 'compasivo', en el que se valoren los avances y se exijan cambios donde hay serios problemas para los derechos humanos.
Hizo también referencia al discurso pronunciado ayer por el líder libio, Muamar al Gadafi, quien instó a los gobernantes europeos a elegir entre 'devolver los recursos' expoliados a Africa durante el colonialismo o 'invitar' a los africanos a vivir en sus países.
'El pasado no lo vamos a cambiar, pero podemos cambiar el presente y el futuro', subrayó Zapatero, quien calificó ese discurso de generalista al no profundizar en las causas de la inmigración irregular.
Preguntado sobre la posibilidad de que España aporte los helicópteros que ha solicitado la ONU para la fuerza de pacificación de Darfur, Zapatero dijo que no hay ninguna previsión al respecto y, de hecho, apuntó que los compromisos que tiene su país en otras partes del mundo agotan su capacidad operativa.
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