Las cenas de Navidad de la empresa provocan una multitud de reacciones entre los trabajadores españoles, desde ilusión a temor. Más que un simple regalo para los empleados, estas cenas pueden convertirse en uno de los eventos más delicados del año y el comportamiento de las personas puede influir en su imagen y posición dentro de la empresa durante todo el año que viene. Por eso, la Web de empleo Monster.es destaca las claves para no sólo sobrevivir, si no también poder aprovecharse de la cena de Navidad a nivel profesional.
Covadonga Soto, Directora de Marketing de Monster.es comenta que “Los empleados de una empresa deberían recordar como punto importante que, en este tipo de situaciones y a pesar de su carácter festivo, la cena de navidad es una extensión del trabajo y por lo tanto los trabajadores se deberían comportar consecuentemente”. Además, Covadonga dice que “los empleados deben divertirse pero también deben ser conscientes de que estas ocasiones son una excelente oportunidad para establecer contacto con los compañeros de trabajo, personas de otros departamentos, e incluso, con directivos.
Los cinco consejos de Monster.es para sacar provecho de la cena de Navidad son:
Beber con moderación: La regla de oro que todos los empleados conocen, pero que no suelen aplicar. Sobrepasarse con el alcohol no transmite una imagen profesional y puede conducir a un comportamiento no apropiado para un evento laboral.
Asistir y participar: Los trabajadores que no acuden a la cena de navidad no sólo corren el riesgo de parecer prepotentes sino que además pierden una oportunidad muy importante de hacer contactos. Una vez allí, es buena idea participar en todos los eventos para afianzar una posición como miembro del equipo.
Hablar con todos: En las cenas de Navidad de las empresas se propicia una colocación informal para juntar a personas de distintos departamentos, o con departamentos de mayor categoría con los que es extraño poder reunirse en otras ocasiones. Este evento es una buena ocasión para conocer a personas importantes con quienes no se tiene contacto a diario.
Evitar hablar de temas “conflictivos”: Las charlas sobre política y religión pueden ser apasionante entre amigos o con la familia, sin embargo, no son el mejor tema de conversación con la gente de la empresa.
Agradecer a las personas que han hecho posible la cena: Siempre queda bien agradecer la cena a los organizadores de la misma, o si resulta apropiado, al jefe que aprobó la cena.
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