El ministro italiano de Transporte, Alessandro Bianchi, ordenó por decreto, el martes por la noche, la suspensión de la huelga de camioneros a partir de la medianoche, debido a la escasez de gasolina que ha generado en todo el país, informaron medios de prensa locales.
La medida fue adoptada debido a la "grave situación en todas las carreteras del país que ha afectado la distribución de bienes esenciales para la población violando así sus derechos básicos", sostiene en una nota oficial el ministerio de Transporte.
La orden fue notificada a las organizaciones que declararon la huelga y a las empresas que prestan servicios.
La huelga de camioneros, convocada por cinco días, paraliza prácticamente desde el lunes las principales carreteras de Italia, afectadas por el bloqueo de los peajes y el tráfico lento.
La medida de fuerza, respetada por el 90% de los camioneros, fue convocada por siete federaciones sindicales, en representación de 100.000 empresas, para protestar contra el alto precio del combustible y por la flexibilidad laboral en ese sector.
La autoridad italiana para la reglamentación de los conflictos sociales solicitó al ministro de Transporte que obligue a los conductores de camiones a regresar al trabajo con el fin de asegurar el abastecimiento de gasolina y alimentos en todo el país. Se trata de una medida solicitada para impedir "graves perjuicios a las personas y garantizar los derechos constitucionales", aseguró la autoridad.
Entre los numerosos afectados se encuentra el grupo automovilístico italiano Fiat, que se vio obligado a cerrar sus cinco fábricas este martes debido a la huelga, informó el portavoz del grupo.
"Las cinco fábricas de Fiat Auto y la sede Sevel donde se produce junto con la francesa Peugeot, han quedado bloqueadas por la huelga de camioneros. Unos 17.000 trabajadores tuvieron que dejar de trabajar", declaró a AFP un portavoz del grupo.
La fábrica de Pomigliano d'Arco (sur) había registrado ya el lunes retrasos en la producción, mientras los otros cuatro establecimientos, el de Mirafiori, en Turín (norte), Melfi y Cassino (sur), así como de Termini Imerese (Sicilia), tuvieron que cerrar este martes.
Sumando los trabajadores de la sede de Sevel du Val di Sangro, que produce modelos conjuntos Fiat- Peugeot, 27.000 obreros trabajan en Italia para el primer grupo de automóviles italiano.
La falta de abastecimiento afectó el sector y el título Fiat registró este martes una bajada del 2,30% en la Bolsa de Valores debido al paro técnico.
El 70% de la mercancía que circula en Italia es transportada en camiones, por lo que la huelga podría afectar a toda la industria nacional.
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