Los dos principales sindicatos que representan a los camioneros italianos en huelga anunciaron el miércoles que suspendían el bloqueo de tres días que había cortado el suministro de carburantes y productos alimentarios y obligó a cerrar a algunas fábricas, por lo que el Gobierno aseguró que en las próximas horas volverá la normalidad.
Confartigianati Trasporti e Cna Fita dijeron en un comunicado conjunto que suspendían el bloqueo ya que las propuestas adelantadas por el Ejecutivo satisfacen algunas de sus demandas, como reducir el coste del combustible, acabar con la competencia extranjera barata y endurecer las normas sobre los contratos de transporte.
"Se ha encontrado una solución equilibrada, que está en grado de volver a la legalidad, y contamos con que en las próximas horas la completa normalidad pueda volver al país", declaró en una rueda de prensa en Roma Enrico Letta, subsecretario de la presidencia de Gobierno del primer ministro, Romano Prodi.
Después de tres días de bloqueos, el miércoles por la tarde se reunieron los manifestantes con Letta y el ministro de Transportes, Alessandro Bianchi, y el Gobierno ofreció una propuesta con 12 puntos, a la que tuvo acceso Reuters, para dar mayores garantías al mantenimiento del sector.
La huelga, en protesta por el alto precio del combustible y las condiciones de trabajo, dejó vacías las estanterías de los supermercados en lugares normalmente atestados de fruta y verduras frescas, y muchas gasolineras estaban cerradas.
Al bloquear las autopistas en puntos estratégicos en todo el país desde el lunes, los camioneros detuvieron algunos sectores de la economía. El fabricante automovilístico Fiat cerró sus plantas por la falta de piezas y dijo a miles de trabajadores que se quedaran en casa.
Asesorado por una comisión estatal de huelga que declaró ilegal el bloqueo de carreteras, el ministro de Transportes emitió una demanda legal para que los camioneros pusieran fin a su protesta la medianoche del martes, pero los huelguistas la ignoraron.
El caos por el paro se trasladó a las fronteras, con cientos de camiones bloqueados en Ventimiglia, en el paso a Francia, entre ellos varios españoles. Medios informaron de pequeños altercados entre conductores extranjeros e italianos.
"Las organizaciones juzgarán la actuación del Gobierno sobre la base del mantenimiento de sus compromisos", indicaron los sindicatos en su comunicado.
La asociación de agricultura ha dicho que se tardará una semana en que vuelva la normalidad a los suministros en tiendas y supermercados.
El paro ha dejado secas casi todas las gasolineras y además ha provocado pérdidas económicas incalculables a los fabricantes de alimentos perecederos, aseguró la patronal de ese sector, que no excluyó pedir compensaciones.
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