La población activa crece a ritmos del 3%, mientras que la capacidad de absorción es sólo del 2,5%
La tasa de paro aumentará de forma ineludible en 2008, y más aún en 2009, de confirmarse las previsiones que auguran que el Producto Interior Bruto (PIB) crecerá por debajo del 3% en los próximos años.
En este sentido, el último Avance del Mercado Laboral (AML) elaborado por Afi-Agett concluye, tras consensuar las estimaciones de los principales administradores, que la economía crecerá a ritmos del 2,8% el próximo año, para desacelerarse hasta el 2,4% en 2009. Por citar un ejemplo, la semana pasada, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se desmarcó de la previsión de crecimiento del Gobierno para 2008 —3,3%— y predijo que el aumento del PIB se localizará en una tasa cercana al 2,5%.
Esta relación, que situaría en términos medios la tasa de paro en el 8,5% en 2008 y en el 9,1% en 2009 —frente a la previsión estimada para 2007 del 8,2%—, se explica por la presión que ejerce la evolución de la población activa sobre el mercado.
El crecimiento del empleo depende a su vez del incremento del PIB, por lo que de crecer la economía por debajo del umbral del 3%, el mercado laboral no será capaz de absorber una demanda de empleo en la que la inmigración ha jugado un papel relevante en los últimos años. De hecho, la población activa inmigrante ha pasado de representar un exiguo 1,3% del total en el tercer trimestre de 1997, a un 14,5% en el mismo periodo de 2007.
Fruto de esta pujanza, la población activa global crece actualmente en tasas del 3% —y lo ha llegado a hacer por encima del 4%—, en un contexto de moderación en la creación de empleo. Según el AML, la tasa de ocupación media alcanzará el 2,5% en los meses de diciembre, enero y febrero —a razón de un incremento respectivo del 2,4%, 2,7% y 2,3%—, cuatro décimas por debajo de la estimación publicada en el anterior boletín y, en todo caso, por debajo de las necesidades del nuevo mercado laboral. El paro crecerá ineludiblemente. Por otro lado, el mayor incremento del PIB en relación con el empleo en 2008 —2,8% frente al 2,5% de media de la tasa de ocupación— pone de relieve que la productividad aumentará significativamente el próximo año, como consecuencia de la desaceleración en el ritmo de creación de puestos de trabajo. Sin embargo, este aumento de la productividad se debe a la mala causa, es decir, a una distribución poco efectiva de las herramientas del factor trabajo que afectará, principalmente a los sectores menos cualificados, cuyos empleos son más dados a destruirse en etapas de desaceleración económica.
Comunidades
Respecto de las comunidades autónomas, no todas obedecen a éste patrón de crecimiento sino que más bien existen importantes diferencias. Regiones como Castilla y León, Cataluña o Extremadura han hecho un uso más eficiente de su factor trabajo, que ha compensado el menor ritmo de creación de empleo y les ha permitido registrar relevantes aumentos en el PIB.
La situación contraria se observa en Aragón, Castilla la Mancha, Comunidad Valenciana o Galicia, que responden a un patrón más cercano al del conjunto de España, en el que casi todo el crecimiento del PIB se condiciona al aumento del empleo.
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