Viviendas en construcción en la zona de la Universitat Jaume I en Castellón. El sector de la construcción en la provincia de Castellón todavía sigue siendo el que más trabajo oferta entre la población extranjera que reside aquí. Si bien en los últimos meses se ha apuntado a un descenso de trabajo en este sector con motivo de su ligera desaceleración, los últimos datos recogidos por la Seguridad Social reflejan que la situación, de momento, apenas ha variado.
En el mes de octubre, últimos datos que constan en la Tesorería General de la Seguridad Social, en Castellón había 31.774 afiliados. De ellos, 11.230 trabajan en la construcción, lo que supone el 35,3 por ciento de las altas laborales.
A principios de año, durante el mes de enero, la cifra de trabajadores extranjeros dados de alta en la seguridad social y empleados en la construcción fue ligeramente inferior. En diez meses, tan sólo ha aumentado en poco más de cien personas los trabajadores extranjeros en este sector.
Tras la construcción, la industria manufacturera (con 5.551 altas) y el comercio de vehículos (4.315) son los sectores que más empleo oferta entre los extranjeros. La hostelería, con 3.900 afiliaciones, se sitúa en el cuarto puesto.
No obstante, durante este periodo la construcción ha generado más de 32.000 nuevos contratos en toda la provincia, siendo, después de las actividades inmobiliarias y de alquiler, el sector que más empleo ha creado. Entre ambas actividades, suman más del 70 por ciento de los contratos de trabajo registrados durante los primeros nueve meses del año.
Pese a ello, en los últimos meses expertos del sector han alertado de la pérdida de empleos como consecuencia de la caída del ladrillo que afectaría, mayoritariamente, a la población inmigrante. Entre ellos, en octubre de este año, el presidente de la Federación de Empresarios de la Construcción de la Comunitat Valenciana (Fevec), Juan Eloy Durá, manifestó que habría que tomar medidas en la construcción para evitar la pérdida de 30.000 empleos directos en la construcción (aproximadamente un 10 por ciento del total), que según los constructores están amenazados por el parón en la edificación.
En la provincia todavía no se ha hecho una estimación de los trabajos que podrán perderse, pero de momento parece que el sector aún no ha dado síntomas de alarma en este sentido.
A la espera de ver lo que ocurre a lo largo del próximo año, los constructores ya piensan en diversificar su oferta hacia otros países del este de Europa donde la situación comienza a despuntar.
Así, en la visita que el presidente de Rumanía, Traian Basescu, hizo a Castellón el mes pasado, tanto él como el alcalde de Castellón, Alberto Fabra, coincidieron en remarcar el cambio que se avecina.
El primer edil castellonense alertó de un giro en la situación económica en la provincia que, según dijo, impedirá a los nuevos ciudadanos que lleguen a Castellón tener la misma calidad de vida que los ya afincados.
'La situación económica ha cambiado, ya no es tan buena como hace años y, sin embargo, en Rumanía hace falta mano de obra, especialmente en el sector de la construcción', afirmó el primer edil. De hecho, éste fue uno de los puntos donde coincidió el líder rumano al asegurar que llevarían a cabo todo tipo de acciones y programas para conseguir que los ciudadanos rumanos afincados en la provincia regresaran para trabajar en el sector de la construcción, ahora en alza en Rumanía.
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