Más de 90 trabajadores de la planta de componentes de automoción Frape Behr en la Zona Franca de Barcelona permanecen encerrados en la fábrica para evitar que la empresa ejecute el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que anunció en septiembre, que implicaría el cierre de la planta catalana, con 295 empleados.
El delegado sindical de la CNT en Frape, Luis David Andrades, explicó a Europa Press que más de 150 personas pasaron la noche del viernes en la fábrica coincidiendo con el turno de noche.
Según Andrades, varios directivos de la empresa han pasado por la fábrica para amenazar a los trabajadores con denunciarles si no se marchan de las instalaciones. Además, explicó que coches de Mossos d'Esquadra circulan por los alrededores. Por todo ello, no descartó que en pocas horas sean desalojados.
Los trabajadores están en huelga de seis horas por turno pero las otros dos tampoco pueden trabajar porque la empresa ha cortado la corriente. La filial española del grupo automovilístico alemán Behr alegó que la factoría en Cataluña tenía pérdidas y amenazó con el cierre si no se llegaba a un acuerdo sobre un plan alternativo que aumentara la competitividad.
La plantilla sostuvo que se mostró dispuesta a negociar "desde el primer momento" las medidas de este plan, incluso "cediendo en los puntos más fundamentales", pero alertó de que la dirección se ha acogido "a pequeños detalles sin importancia" para "cerrarse en banda".
Sin embargo, tras muchas reuniones con la empresa el portavoz de los trabajadores, Jesús Plaza, explicó a Europa Press que el pesimismo es "total y absoluto" y añadió que los trabajadores están "desengañados con todos".
La plantilla siempre ha mantenido que su voluntad de llegar a un acuerdo existía pese a que la empresa les ha mentido desde 2004, cuando aceptaron una reducción del 20% de sus salarios para asegurar la continuidad de la empresa. También entonces Frape Behr amenazó con el cierre, pero los pactos solucionaron el conflicto "con el visto bueno de la Consejeria de Trabajo".
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