El consejero andaluz de Empleo, Antonio Fernández, y representantes de la patronal, de la UGT y de CCOO del sector de la construcción firmaron ayer en Sevilla el convenio para la implantación de la Tarjeta Profesional de la Construcción (TPC), que será obligatoria a partir del 1 de enero de 2012.
Esta tarjeta deberán poseerla todos los trabajadores de la construcción en Andalucía para poder trabajar y su posesión obligará a realizar previamente un cursillo de formación sobre siniestralidad de al menos diez horas.
La no posesión de esta tarjeta supondrá una sanción por parte de los inspectores que la exigirán durante sus visitas a los tajos.
El consejero de Empleo enfatizó que esta iniciativa ayudará a reducir la siniestralidad en el sector de la construcción, que emplea en Andalucía a medio millón de trabajadores y acumula un tercio de los accidentes laborales en la región.
'Nadie va a poder contratar a nadie que no tenga esta tarjeta; ya no va a ser posible trabajar en la construcción sin tener una formación; quien no tenga prevención, no va a poder trabajar de albañil', apostilló Fernández.
Añadió que 'pocas veces un acto como éste afecta directamente a medio millón de andaluces y representa una medida pactada de intervención en el mercado'.
La TPC, iniciativa pionera en España surgida del VI Acuerdo de Concertación Social andaluz, será tramitada por la Fundación Laboral de la Construcción y en 2008 se prevé la expedición de unas 40.000 tarjetas, en especial para los jóvenes demandantes de empleo.
La expedición del medio millón de TPC que requerirá el sector de la Construcción en Andalucía antes de 1 de enero de 2012 costará a la Consejería de Empleo alrededor de cinco millones de euros.
Los representantes de la patronal, la UGT y CCOO coincidieron en destacar la trascendencia de esta medida para reducir la siniestralidad en la construcción y explicaron que la TPC servirá también para acreditar la profesionalidad de los trabajadores de este sector, ya que incluirá el currículo profesional y formativo.
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