El Banco Central argentino prevé que el Producto Interior Bruto (PIB) del país suramericano crecerá el 7,2% en 2008, mientras que la inflación será de entre el 7 y el 11%, de acuerdo con el programa monetario presentado ayer.
La autoridad monetaria pronosticó que en 2008 el PIB exhibirá "una nueva expansión, por sexto año consecutivo, en conjunto con una mejora de los indicadores laborales y sociales, en un marco en el que se mantendrían los superávit externo y fiscal exhibidos actualmente por Argentina".
El presidente de la entidad, Martín Redrado, quien ayer presentó el programa monetario ante el Parlamento, destacó que después de crecer de media a un ritmo interanual del 8,4% de 2002 a 2007 y acumular una expansión de la economía cercana al 60% desde la salida de la crisis, "se proyecta que el PIB muestre el próximo año un incremento del 7,2%".
Según el programa monetario, la expansión económica estaría acompañada por mejoras en las variables ocupacionales e incrementos de los salarios nominales.
La tasa de desempleo continuaría con la tendencia decreciente exhibida hasta el momento, manteniéndose en niveles de un dígito, tras haber alcanzado un 24% cinco años atrás, en tanto que "los salarios mostrarían una tendencia ascendente en un contexto de expansión de la demanda laboral, que excede a la oferta en algunos tramos del mercado".
De acuerdo con el Banco Central, la trayectoria del empleo y los salarios impulsaría una reducción de la pobreza y la indigencia, variables que en la primera mitad de este año alcanzaron niveles inferiores a los vigentes previo a la crisis de 2001-2002.
La entidad también pronostica para 2008 una tasa de inflación de entre el 7 y el 11% anual, exportaciones récord por 60.000 millones de dólares y "un aumento en el superávit fiscal primario, lo cual contribuirá para alcanzar el equilibrio en el mercado cambiario".
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