Más de tres millones de campesinos en México 'no sobreviven con la cosecha de sus tierras' por lo que 'gran cantidad de ellos' ha abandonado los cultivos de productos básicos y recurrido a la siembra de amapola y marihuana, señaló un investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Simón David Ávila Pacheco, de la Facultad de Estudios Superiores Aragón de la UNAM, agregó que en 2007 se cultivaron entre 7.000 y 8.000 hectáreas de cultivos prohibidos en todo el país, aunque otras estimaciones consideran que pueden ser hasta 30.000 hectáreas.
La siembra de amapola y marihuana se ha convertido para estos campesinos en su estrategia de supervivencia, dijo Ávila Pacheco, de acuerdo con un comunicado de la UNAM.
El académico universitario explicó que la participación de los trabajadores rurales en el cultivo de plantas ilícitas no es una forma de acumular riqueza.
Se ha demostrado, apuntó, que por sí solos no serían capaces de irrumpir en esos escenarios, pues no cuentan con la financiación ni con los contactos requeridos en este ilícito negocio.
Afirmó que la siembra de amapola y marihuana les da a estos campesinos pobres una retribución económica inmediata, en contraste con los cultivos tradicionales en donde deben esperar tres o cuatro meses para obtener ingresos.
Dijo que los estados norteños de Sinaloa, Chihuahua, Sonora y Durango, el occidental de Michoacán, y los sureños de Guerrero y Oaxaca son los principales productores de amapola y marihuana.
Por lo general, explicó, son áreas boscosas, territorios no comunicados, que no tienen condiciones adecuadas para vivir, no son planicies o regiones de caña, tabaco, café, sino zonas deterioradas y que presentan altos niveles de expulsión de fuerza de trabajo.
Por ello, dijo, los cultivos ilícitos son la única alternativa para subsistir.
Aseguró que un campesino dedicado al corte de caña de azúcar por una jornada gana menos de dos salarios mínimos (un salario mínimo equivale a menos de 5 dólares diarios) y requiere un grado de especialización y riesgo.
En cambio, dijo, en los cultivos de marihuana y amapola obtienen entre 150 (14 dólares) y 300 (28 dólares) pesos al día.
Se estima que una hectárea de amapola produce alrededor de 11 kilogramos de goma de opio, equivalente a un kilogramo de heroína, lo que significa 3,5 millones de pesos (unos 321.000 dólares).
En el caso de la marihuana el beneficio es menor, pues por cada hectárea se produce alrededor de tonelada y media, y una ganancia de un 1,7 millones de pesos (155.000 dólares), dijo.
Según la Confederación Nacional Campesina (CNC), del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI), en México, con 105 millones de habitantes, hay 30 millones de personas dedicadas al campo.
Los comentarios están cerrados.