Las empresas RAESA, propietaria de los locales hosteleros del aeropuerto, y ENASUI, concesionaria de las cantinas de empleados prepararon 710 cenas para los que les ha tocado trabajar. Todas ellas incluían las uvas de la suerte, marisco, cordero, surtido de ibéricos y los tradicionales dulces navideños.
Y es que esta noche el personal de facturación de las compañías, las tripulaciones, los trabajadores de AENA (señaleros, bomberos, personal de mantenimiento y servicio médico, entre otros), así como los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado están en sus puestos para que todo siga funcionando.
Los trabajadores, que asumen con resignación pasar el fin de año en el aeropuerto, comentaron que las uvas se toman de forma un poco caótica. "Si te toca un embarque en ese momento, tienes que esperar a celebrarlo cuando se termina".
Cuando terminen los embarques y hasta que empiece de nuevo la actividad a primera hora de la mañana, los empleados tienen previsto dar la bienvenida al año "como se merece". "Nos juntamos los que estamos para brindar. Se crea buen ambiente", reconocieron.
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