La huelga de los conductores de autobús de Barcelona se encona. Los sindicatos convocantes (CGT y Actub) y la empresa TMB (Transports Metropolitans de Barcelona), lejos de acercar posiciones están más enfrentados que nunca. El colectivo de conductores, en una escalada de radicalización, autorizó ayer a los representantes sindicales a convocar huelga indefinida sino se avanza en la negociación. La empresa, por su parte, insiste en que las demandas de los huelguistas -dos días de descanso por semana- son inasumibles, y acusó a los convocantes de mantener una 'huelga injustificada y de tono violento'. Abrió expediente a diez trabajadores supuestamente vinculados con destrozos a los vehículos.
En este escenario, el entendimiento más que lejano parece imposible, y empieza a abrirse paso la posibilidad de que, a medio plazo, la Generalitat acabe estableciendo un arbitraje obligatorio, según la veterana ley de Huelga de 1977, tal y como sucedió en el último y largo conflicto con los conductores, en 2002. El usuario del autobús, en su resignado papel de daño colateral, soportó ayer una nueva jornada de huelga, que proseguirá hoy con otro paro, el último de la serie de siete que han paralizado Barcelona durante las fiestas navideñas. CGT y Actub, pese a no ser mayoritarios en el comité de empresa de TMB, se ven más fuertes que nunca al haber movilizado a una plantilla de conductores que ayer siguieron la convocatoria en un 95 por ciento, según cifras facilitadas por los propios sindicatos.
La escalada que se está viviendo pudo comprobarse ayer durante la asamblea convocada por los conductores, a la que asistieron unos 600 trabajadores. Allí, en un clima de exaltación, la asamblea autorizó a sus representantes en el comité de empresa a convocar huelga indefinida sin necesidad de realizar una nueva reunión en caso de que las negociaciones previstas durante las próximas semanas no fructifiquen.
Saturnino Mercader, presidente del comité de empresa, explicó al concluir la asamblea de trabajadores que la única manera de resolver el conflicto es que la empresa acepte su demanda de dos días de descanso a partir de una reducción de la jornada laboral, y no de su redistribución. Mercader (CGT) explicó que el comité del Metro ha expresado su solidaridad con los conductores de bus y que 'aprovechando que también negocian su convenio', se sumaran a las nuevas movilizaciones.
Hoy, en coincidencia con la última jornada de huelga, los huelguistas se manifestarán desde la plaza España hasta el edificio central de TMB en la Zona Franca. También han previsto realizar una nueva asamblea en plaza Sant Jaume. Ayer al mediodía, tras concluir la asamblea, varias decenas de conductores cortaron la Via Laietana y la Ronda Litoral durante varios minutos.
Los comentarios están cerrados.