Más de un centenar de personas participan en los tres Bancos del Tiempo que actualmente realizan intercambios en Galicia y que, ubicados en las localidades de Vigo y Allariz (Ourense), comenzaron su actividad durante el pasado año.
Según explicaron a Europa Press responsables de estos bancos, las iniciativas están en proceso de "arranque" y tienen como participantes a grupos "muy heterogéneos" de personas, quienes ofrecen sus habilidades o servicios a cambio de unidades de tiempo (las horas) y que, a su vez, deberán utilizar para beneficiarse de las de otros usuarios.
Sin embargo, a pesar de que la oferta y la demanda debe estar equilibrada, los interesados en participar en este tipo de iniciativas suelen mostrarse más proclives a brindar sus capacidades que a recibir las de otros e incluso hay quien acude con la intención de ofrecer exclusivamente. Para la vocal del Banco del Tiempo que gestiona la Federación Vecinal de Vigo, Mercedes Collazo, "todavía queda mucho por hacer porque a la gente le cuesta mucho romper el hielo y acceder a la colaboración de un desconocido".
A pesar de que los responsables de los bancos consideran que todavía es pronto para extraer conclusiones sobre el funcionamiento de estas iniciativas, han mostrado su satisfacción ante la acogida social que están teniendo, si bien inciden en la necesidad de "un cambio en la mentalidad de la gente para que entiendan que no se puede sólo ofrecer, sino que se trata de dar tanto como recibir".
INTERCAMBIOS.
Los intercambios que más se realizan en los bancos gallegos son los referidos a arreglos domésticos y bricolaje, trabajos en la huerta, acompañamiento de personas o la resolución de dudas sobre temas informáticos. Así, este proyecto sirve tanto como herramienta de cohesión social como de ayuda en la conciliación de la vida familiar y laboral.
El banco que gestiona la Federación Vecinal 'Eduardo Chao' de Vigo es el que más tiempo lleva realizando intercambios en Galicia y el que registra un mayor número de miembros. En sus seis meses de actividad tiene 66 usuarios quienes, hasta el pasado 30 de noviembre, realizaron cerca de 150 intercambios. Estos pueden ser de tipo individual, con un participante que ofrece la tarea y otro que la demanda, o bien en modalidad de grupo, mediante talleres en los que uno imparte la actividad a varios beneficiarios a la vez.
Según explicó Mercedes Collazo, las actividades colectivas y las reuniones mensuales entre los participantes ayudan a profundizar el conocimiento entre ellos, lo que facilita la posibilidad de que se abran a solicitar tareas que exigen ciertas responsabilidades, como las referidas al ámbito infantil. "Hemos recibido ofertas de cuidado de niños pero todavía ninguna demanda, aunque estoy convencida de que se acabarán dando", apuntó.
A pesar de que en la mayoría de Bancos del Tiempo de Galicia no existe un perfil determinado de usuario, en el caso del que gestiona 'Eduardo Chao', la responsable del servicio afirmó que "sí se aprecia una mayoría de mujeres con edades comprendidas entre los 25 y 50 años, que trabajan y residen en el ámbito urbano", por lo que predomina un uso del banco como herramienta de conciliación de la vida laboral y familiar.
En Vigo existe un segundo Banco del Tiempo que, desarrollado por la Asociación de Vecinos de la parroquia viguesa de Valadares, orienta su actividad hacia esta zona del rural de la ciudad olívica. Responsables del colectivo, que gestiona una iniciativa por la que 28 personas realizan intercambios desde hace aproximadamente un mes, confían en que, con el paso del tiempo, la gente lo considere algo "natural", puesto que "las ayudas entre vecinos es algo que se realiza todos los días".
Más allá de la concepción de herramienta para facilitar el día a día, los bancos de tiempo "también pueden ayudar a que una persona cumpla la ilusión de su vida", explican en Valadares, donde, a modo de curiosidad, apuntan que una usuaria ha solicitado ayuda que le permita escribir un libro sobre su vida.
RESPALDO ECONÓMICO.
Los dos bancos de tiempo que existen en la ciudad olívica comenzaron con el respaldo económico de un proyecto de la Mancomunidade de Vigo que se nutría de fondos europeos y concluyó el pasado diciembre. A partir de este mes de enero, en el que ya no cuentan con esta vía de financiación, ambos proyectos tendrán que buscar alternativas que les permitan asumir los gastos derivados de su actividad.
En el caso del banco de 'Eduardo Chao', que en la actualidad dispone de cinco oficinas ubicadas en otras tantas sedes vecinales de la ciudad, será la propia federación vecinal quien, de forma provisional, asuma los costes durante enero y febrero de este año, a la espera de encontrar nuevos apoyos económicos. Sin embargo, en Valadares, donde ven "imposible" la autofinanciación, sólo se mantendrá la actividad básica, ya que también se encuentran pendientes de que surja alguna ayuda a la que poder acogerse.
ALLARIZ.
Otro proyecto que realiza intercambios es el de Allariz, donde unas diez personas realizan trueques desde hace alrededor de dos meses. Según uno de los responsables de la sociedad que actualmente gestiona el banco, Lhosca Arias, su funcionamiento se basa en la premisa de "hacer comunidad" porque "es la excusa perfecta para poder interactuar con la gente", explicó.
Este banco nació en el ámbito municipal en febrero de 2007, con el apoyo de Vicepresidencia. El ayuntamiento se hizo cargo del proyecto piloto hasta el pasado diciembre, cuando se constituyó oficialmente una sociedad específica que actualmente lo gestiona, una nueva fase que, a juicio de Arias, "supone un salto cualitativo" en la evolución hacia la consolidación de la iniciativa.
OTROS BANCOS.
Además, existen Bancos del Tiempo en las localidades coruñesas de Foz y Cambre, el primero de iniciativa municipal y respaldado por Vicepresidencia (al igual que el de Allariz) y el segundo desarrollado por el colectivo Cambre Pobo Solidario. Ambos están en fase de captación de usuarios y prevén comenzar los intercambios este mes, con alrededor de una decena de personas en cada caso.
También son recientes los de los ayuntamientos de A Coruña, Lugo y Ourense, que firmaron el pasado diciembre un convenio con la Consellería de Traballo para su puesta en marcha.
FUTURO.
Otro Banco del Tiempo que se activó el pasado mes, y donde todavía no han comenzado los intercambios, es el de la localidad de la pontevedresa de Salceda de Caselas, una iniciativa impulsada por el ayuntamiento que inició la fase de incorporación de usuarios durante las navidades.
La concejal de Benestar Social, Mónica Vizcaya, incidió en que "es mejor ir avanzando poco a poco" aunque se mostró optimista en cuanto a que la idea cuaje entre los vecinos y pueda consolidarse. Así, se refirió a casos como el Banco de Tiempo de Barcelona que, con una década de antigüedad, está ampliando su radio de actuación mediante "intercambios con otros bancos" de Cataluña.
Finalmente, la edil mostró su convencimiento de que la iniciativa servirá para demostrar "que todo el mundo es útil" aunque precisó que los intercambios deben entenderse como "algo puntual y que nunca sustituirá la actividad de un profesional".
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