La desaceleración de la economía hace mella en el colectivo inmigrante donde los últimos datos revelan un fuerte incremento del paro. Esta nueva realidad ha empezado ya a pasar factura a las arcas del Estado, que en noviembre del año pasado afrontó un gasto de 116 millones de euros por el pago de prestaciones por desempleo a extranjeros.
Las cifras muestran que el desempleo del colectivo inmigrante ha crecido un 24% en 2007, hasta superar los 211.000 trabajadores foráneos. Aunque el grueso corresponde al sector servicios –más de 115.000 desempleados–, donde más ha aumentado proporcionalmente el paro ha sido en el sector de la construcción, con un total de 53.000 desempleados, un 53% más.
En el sector de la construcción el fuerte descenso de la compra de viviendas ha desencadenado un freno a la promoción de nuevos residenciales, en especial los de carácter vacacional. Su reflejo se explicita en las estadísticas del INEM: el paro en la construcción ha sido el que más ha crecido, pero entre los inmigrantes más de la mitad de los parados extranjeros registrados en el Inem se encuadran en el sector servicios, con 115.592 desempleados. Eso sí, le sigue la construcción, con 53.055 parados.
Esta nueva realidad ha empezado ya a pasar factura a las arcas del Estado, que en noviembre del año pasado afrontó un gasto de 116 millones de euros por el pago de prestaciones por desempleo a extranjeros, un 54,6% más que en el mismo mes de 2006 y más del doble que en 2005. Los datos ponen de manifiesto que la economía española, que parecía aguantarlo casi todo durante catorce años, tiene crecientes dificultades para canalizar y absorber la actual demanda de empleo.
Como era de prever, la pérdida de vigor económico ha comenzado castigando primero a los trabajadores menos cualificados, entre los que destaca el colectivo inmigrante. Los expertos consideran que en caso de que la crisis se traduzca en un periodo de recesión económica, un 58 % de los trabajadores inmigrantes que actualmente residen en España no tendrán acomodo en nuestro mercado laboral.
La escasa preparación de esta mano de obra dificulta su reciclaje laboral y enfrenta al Estado a un problema de creciente magnitud y difícil solución. Ahora más que nunca se revela como una enorme equivocación la regulación masiva de inmigrantes efectuada por el Gobierno en esta legislatura, que ejerció en su momento un poderoso y nocivo efecto llamada.
TASA DE PARO EN LA ZONA EURO
Durante el año pasado, veintitrés Estados miembros registraron una caída en su tasa de paro, dos un aumento, y Luxemburgo y Rumanía permanecieron estables. Las caídas relativas más grandes fueron observadas en Polonia (del 12,2 % al 8,5 %) y Bulgaria (del 8,2 % al 5,8 %). Los aumentos se registraron en Portugal (del 7,9 % al 8,2 %) e Irlanda (del 4,2 % al 4,3 %).
En noviembre de 2007, la tasa de paro de menores de 25 años era del 14,2 % en la zona euro y el 14,9 % en la EU27. En noviembre de 2006 fue del 15,8 % y el 16,5 % respectivamente. Las tasas más bajas de paro de menores de 25 años se observaron en Países Bajos (el 5,0 %), Irlanda (el 8,1 %) y Austria (el 8,3 %), y las más altas en Grecia (el 22,6 % en el tercer trimestre de 2007), Rumanía (el 21.6 %) y Italia (el 20,2 % en el tercer trimestre). En España, del 18,3 %, dos décimas más que hace un año.
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