El presidente francés, Nicolas Sarkozy, negó el miércoles que su Gobierno planee eliminar la semana laboral de 35 horas, pero dijo que quería seguir reformando el sistema.
Sus declaraciones ante parlamentarios franceses marcan un abierto contraste con sus aseveraciones del martes, cuando dijo que durante el 2008 esperaba ver el fin de la norma que establece que los franceses sólo pueden trabajar 35 horas por semana.
"Sí, en el 2008 quiero ir más lejos en reformar las 35 horas," dijo el mandatario a parlamentarios en un discurso por el año nuevo.
"Pero no está en la intención del Gobierno eliminar el límite laboral legal, porque es la base para calcular las horas extras. Yo estoy a favor de las horas extras y, si se elimina la definición legal de las horas trabajadas, entonces no habría horas extras," explicó.
Anteriores gobiernos de centroderecha han introducido medidas para limitar la norma de las 35 horas, que fue implementada en 1998 cuando los socialistas estaban en el poder.
En noviembre pasado, Sarkozy había anunciado planes para ir más lejos, como por ejemplo eximir a algunas firmas del límite de 35 horas a cambio de alzas salariales.
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