Incrementar los ingresos económicos que perciben aquellas personas que cobran las pensiones más bajas es el objetivo de los dos nuevos decretos aprobados por el Gobierno de Castilla-La Mancha y que beneficiarán a los perceptores de las Pensiones No Contributivas y de las pensiones derivadas del Fondo de Asistencia Social (FAS) y la Ley de Integración Social para Personas con Discapacidad (Lismi).
Así lo destacó ayer el consejero de Bienestar Social, Tomás Mañas, quien durante la rueda de prensa para dar cuenta de los acuerdos del Consejo de Gobierno, reunido anteayer, detalló que para aquellas personas que cobran las Pensiones No Contributivas la ayuda se ha establecido en un 15% del total de la pensión, por lo que se estima que, de media, los ciudadanos que reciben este tipo de pensión recibirán una ayuda anual de 650 euros.
Por lo que respecta a los que reciben una pensión procedente de la Ley de Integración Social para Minusválidos o bien del Fondo de Asistencia Social, la ayuda establecida para ambos casos será de 400 euros anuales.
El cobro de estas ayudas, tanto de las No Contributivas como de las Lismi y las FAS se realizará en dos abonos, el primero de los cuales tendrá lugar en el segundo trimestre del año y el segundo en el cuarto trimestre. Está previsto que se beneficien unas 29.000 personas en la región.
Estos dos nuevos decretos, según Mañas, entrarán en vigor el próximo 28 de enero por lo que el primer pago de las ayudas podrá realizarse durante el presente año. Para ello, se enviará a todos los pensionistas de estas tres modalidades un documento que deberán cumplimentar y entregar en las delegaciones provinciales de la Consejería o en los centros de Servicios Sociales, para que puedan acceder al cobro de las ayudas.
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