El director de la Oficina Económica de Moncloa, David Taguas, señaló ayer que cada vivienda que se deje de construir en España supondrá la destrucción de 2,3 puestos de trabajo en el sector, que se acerca a un "ajuste más equilibrado" que situará la demanda en el entorno de las 500.000 unidades en 2008.
En declaraciones a los periodistas, tras clausurar la jornada informativa de Asprima 'Diversificación del sector inmobiliario y perspectivas para los principales segmentos', Taguas eludió cuantificar el impacto de este descenso, si bien precisó que tras un "máximo cíclico" de 700.000 de viviendas construidas en 2007, la cifra puede reducirse en más de 150.000 unidades este año.
No obstante, hizo hincapié en que esta reducción del empleo en vivienda no puede extrapolarse a otros sectores ni a las cifras del desempleo. "Nadie ha dicho que el empleo vaya a caer", dijo antes de recordar que el sector de la construcción fue el "factor determinante" para que el cuadro macroeconómico elaborado por el Gobierno de cara a los Presupuestos Generales del Estado para 2008 contemplara una desaceleración en la actividad de seis décimas del PIB.
SE ESTÁN EXAGERANDO LAS COSAS
Taguas explicó que el sector de la construcción ha entrado en u proceso de ajuste "de al menos dos o tres trimestres" y eludió ofrecer una estimación para el final de este ciclo, ya que los efectos dinámicos que afectan al sector "son muy complejos", a pesar de lo cual señaló que se están "exagerando las cosas".
"El Gobierno es buen conocedor de las preocupaciones del sector inmobiliario y le seguirá escuchando y apoyando en toda la media de lo posible", aseguró Taguas, que matizó que la obra civil tiene "un dinamismo enorme" y los planes de infraestructuras del Gobierno son bastante ambiciosos ya, por lo que no considera necesario incentivarlos.
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