La quincena de trabajadores de la fábrica de Frape-Behr en la Zona Franca de Barcelona que se encerraron anoche en la catedral de la capital catalana para reclamar la continuidad de la factoría, salieron hoy por la mañana, ante los indicios de que podrían volver a negociar con la empresa.
Un portavoz del comité de empresa informó hoy a Efe de que los encerrados, que han pasado la noche en la catedral, decidieron desistir de su postura, al haber indicios de que se podrían reanudar las negociaciones con la dirección de la compañía alemana.
En la decisión de los trabajadores también ha influido la advertencia de las autoridades religiosas de que avisarían a la policía si se mantenía el encierro.
Otros trabajadores, en concreto una treintena, continúan con el encierro en las instalaciones de Frape-Behr situadas en la Zona Franca que empezó hace una semana, justo cuando la compañía procedió al cierre patronal de la planta, que empleaba a 295 personas.
La empresa presentó el pasado 25 de septiembre un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectaba a toda la plantilla productiva, y después de meses de negociaciones que finalizaron sin acuerdo, la Generalitat dictó 92 despidos, en una resolución que rechazan ambas partes.
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