Es el momento de comprar la primera crema antiarrugas, de comprobar cómo el cabello comienza a teñirse de blanco, si es que no se ha caído antes, o de vivir con terror cómo lo que siempre baja algunas veces no sube. También el de la plenitud profesional. Son los cuarenta y su inevitable crisis existencial.
Una edad que además de 'joder, atormenta', según expresión -aunque ligeramente modificada- de cualquier jugador de naipes que, con rey y caballo de la pinta, canta las cuarenta en el popular juego del tute.
La edad en la que, porcentualmente, más hombres españoles deciden cambiar de pareja, o se machacan en el gimnasio para, a golpe de abdominales, acabar con la barriguita cervecera. O en la que -¡por fin!- se atreven a incluir más color en su fondo de armario.
Un 'club' en el que este año ingresarán los nacidos en 1968. Es el caso de Alejandro Sanz, los actores Jordi Mollá, Alberto San Juan y Pepón Nieto, el futbolista Fernando Hierro, el torero Miguel Báez 'Litri' o el director de cine Fernando León, entre otros españoles conocidos por todos.
Iñaki Urdangarín es socio desde el pasado martes y su cuñado el Príncipe de Asturias lo será a partir del día 30, cuando sople las velas de su 40 cumpleaños.
La de los cuarenta es una crisis que 'hay que afrontar y asumir', se resigna Alberto San Juan, que cumplirá 40 en noviembre. Para él la vida es 'una crisis permanente a la que van sumándose décadas'.
'Si en lo profesional -dijo a Efe- he dado hasta ahora algunos pasos hacia adelante, en lo personal no tengo tan claro si han sido para adelante o para atrás'.
'Los seres humanos, hombres y mujeres, -explica el psicólogo Antonio Cano- tendemos a evaluar nuestras vidas, nuestra existencia, al comenzar una nueva década. Y la de los cuarenta es uno de esos momentos'.
En cualquier caso, 'nadie consulta al psicólogo -asegura- por la crisis de los cuarenta. La gente acude a nosotros por problemas de soledad, de estrés, ansiedad… Crisis hay siempre en los momentos de cambio, pero cada individuo lo vive de una manera diferente'.
DESCONCIERTO, ANSIEDAD Y TRISTEZA
Los hombres, apunta el sexólogo Carlos San Martin, viven la llegada de los 40, uno de los dos baches existenciales o 'evolutivos' -el otro aguarda a los 50-, con 'desconcierto, ansiedad y tristeza', ante la evidencia de haber llegado al ecuador de su existencia. 'La crisis -dice- es inevitable, y dura unos dos años'.
'Es el momento -continúa San Martín, secretario general de la Federación Española de Sociedades de Sexología- de echar cuentas sobre la vida, de mirar hacia atrás y preguntarse si las metas de la juventud se han alcanzado. Son tiempos de transición, cambio y evaluación. En algunos casos, también de frustración'.
San Martín destaca que es el tramo de edad en el que se producen más infidelidades y divorcios, y recuerda las palabras de ese profesor norteamericano que dijo que 'un hombre se separa cuando encuentra a otra mujer, y una mujer cuando se encuentra a sí misma'.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), entre los 40 y los 50 se da el mayor porcentaje de rupturas matrimoniales.
Así, de las 126.952 registradas en 2006, casi 25.000 se produjeron en tan problemática década.
La edad media de los divorciados, según el INE, es de 43,2 años en el caso de los hombres y de 40,5 en el de las mujeres.
'En el hombre -continúa San Martín- se produce una sensación de pérdida de autoestima'. ¿Seguiré teniendo poder de seducción?, se pregunta el cuarentón. 'El deseo de explorar, de dar respuesta a esa cuestión, explica las infidelidades', añade el sexólogo, quien advierte de otro hecho 'trágico': 'a los cuarenta comienza el declive sexual'.
Los estudios de la Federación Española de Sociedades de Sexología arrojan el dato de que entre los 35 y los 45 años la frecuencia sexual en la pareja -no más de tres relaciones al mes de media- es menor 'incluso que en las de más edad'.
En cualquier caso, San Martín lanza un 'mensaje tranquilizador', en el sentido de que los cambios en ese tramo de la vida, tanto físicos como psicológicos, son lógicos, y anima a 'no dejarse llevar' por el pesimismo y el catastrofismo, y a compartir los sentimientos con la pareja. 'Tenemos que asumir nuestra propia vulnerabilidad', añade.
MAS CIRUGIA ESTETICA
El doctor Antonio Porcuna, cirujano plástico y presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica y Reparadora, no tiene claro cual de estas dos causas, la crisis de los 40 o las exigencias del mercado laboral, ha contribuido más a que los hombres se hayan decidido a pasar por el quirófano para mejorar su aspecto. Ya son el 20% del total de los operados.
Aunque acude cada vez más al gimnasio y ha descubierto los milagros de la cosmética, el cuarentón ha perdido el miedo -y la vergüenza- a la cirugía estética, a la que no duda en recurrir para quitarse esos kilos de más que redondean la silueta, las bolsas que afean la mirada o para acabar con la flacidez de la papada.
'Son las tres operaciones más demandadas a partir de los cuarenta', también los implantes capilares, asegura el doctor Porcuna, quien advierte de otro detalle de coquetería en los cuarentones: 'cada vez son más los que se rapan la cabeza, para disimular la calvicie'.
Pero no todo son tristezas con la llegada de una edad en la que, según el sexólogo Carlos San Martín, 'los hombres cometemos más locuras'. Los de 40, afirma Julio Moreno, cazatalentos de ejecutivos y directivos, son en este momento los profesionales más demandados.
'La experiencia es un valor en alza', insiste.
'La edad -continúa- ha dejado de ser un factor negativo. Ahora se valora más la capacidad, el talento, la experiencia. Los hombres de cuarenta -dice- son más ambiciosos que los que vienen detrás. Son personas que se han criado en un entorno más competitivo y son mucho más comprometidos que los jóvenes de las generaciones 'x' (hasta 34) e 'y' (en torno a los 25), con menos espíritu de sacrificio'.
'El mercado demanda buenos profesionales con experiencia', concluye Julio Moreno, que lo tiene muy claro: 'la vida empieza a los 40'.
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