La tercera reunión negociadora entre la dirección de TMB y el comité de empresa por el conflicto de los conductores de autobuses de Barcelona volvió a finalizar sin resultados, ya que según el sindicato CGT la compañía acude a las reuniones "con un discurso repetitivo que impide ningún avance".
La dirección de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) considera que el comité quiere introducir en la negociación aspectos recogidos en el convenio colectivo vigente.
Sin embargo, el presidente del comité de empresa, Saturnino Mercader (CGT), ha manifestado a Efe que la dirección "está utilizando el real decreto destinado a mejorar los descansos y condiciones de trabajo de los conductores, para perjudicarles".
Mercader ha afirmado que con su postura, la empresa demuestra que no cree en la negociación, ya que no ofrece "ni el 5%" de lo que les piden, por lo que no vislumbra que en la reunión del próximo miércoles vaya a producirse algún "paso adelante".
Así, el conflicto laboral abierto por la reclamación de los conductores de autobús urbano de dos días festivos semanales -que ya provocó siete jornadas de huelga durante las pasadas navidades- tiene visos de recrudecerse tras la manifestación convocada por los trabajadores para el 9 de febrero.
Mercader, que ha denunciado la actitud "beligerante" de la empresa por haber abierto expediente a 25 conductores, ha informado de que posteriormente a esa movilización se convocará una asamblea general donde los trabajadores decidirán un nuevo calendario de paros.
La empresa ha informado de que en la reunión de ayer se debatió sobre las pausas de 30 minutos fraccionables dentro de la jornada de trabajo de los conductores, sobre la que TMB ha ofrecido que se aplique mediante la introducción de una o diversas pausas en todos los servicios continuados de más de 6 horas.
Según la dirección, con esta propuesta se cumpliría el real decreto en cuanto a las pausas diarias, la sentencia del Juzgado Social 18, "que deja claro que en TMB las pausas no son tiempo de trabajo efectivo y no son retribuidas, así como el convenio vigente, que sitúa en un 33% el número máximo de servicios partidos en días laborables".
Los sindicatos consideran que estas pausas tendrían que ser contabilizadas como tiempo efectivo de trabajo y por tanto pagadas, pero para la dirección esto supondría una reducción de la jornada, al margen del convenio colectivo vigente.
Además, los trabajadores proponen que las pausas que sean imposible de incorporar a los horarios de los conductores se conviertan en un plus económico, supuesto que para la empresa sería un incremento salarial, al margen también del convenio en vigor.
La dirección considera que la representación sindical ha centrado el debate en términos de retribución y no de descanso diario, y ha recalcado que este asunto no se puede establecer fuera de la negociación de convenio.
En la reunión ayer tampoco se han llegado a acuerdos sobre el llamado tiempo de presencia, aquel en el que el trabajador está a disposición de la empresa sin prestar trabajo efectivo.
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