Cerca del 33% de los españoles espera cambiar de trabajo en los próximos cinco años, porcentaje algo inferior a la media europea, situada en el 41%, según un estudio publicado ayer.
Los daneses son los europeos más ansiosos por irse a otra empresa (70%), mientras que los más reacios son los portugueses (20%).
El informe, realizado por el Instituto Superior de Trabajo de Lovaina (Bélgica) a petición de la Comisión Europea, pasa revista a la movilidad laboral en la UE y concluye que el tiempo medio que un empleado europeo trabaja para la misma compañía ronda los diez años, lo que se confirma el caso de los trabajadores españoles.
Los letones son los ciudadanos de la Unión que permanecen menos tiempo empleados en la misma sociedad (cerca del 6 años y medio), frente a los belgas, que alcanzan los 12 años.
Según el comisario europeo de Empleo, Vladimir Spidla, estos datos confirman la necesidad de una normativa a nivel comunitario que permita "eliminar los obstáculos a la movilidad sin imponer nuevas cargas a los proveedores de pensiones".
"Debemos garantizar la posibilidad de los trabajadores de desplazarse libremente en la UE sin tener que renunciar por ello a sus derechos de jubilación", añadió el comisario.
Bruselas dio a conocer también otro informe, elaborado por la consultoría Hewitt Associates, que analiza los regímenes de pensiones complementarias de empresa existentes en nueve estados miembros, incluido España.
En particular se centra en la edad a partir de la cual un trabajador puede acceder a ese tipo de esquemas y en el periodo que tiene que llevar trabajando en una empresa para poder beneficiarse de los mismos.
En el caso de España, concluye que cerca de la mitad de los trabajadores carece de una pensión complementaria, a pesar de su expansión en los últimos años.
También pone de relieve las pocas posibilidades de las que disfrutan los trabajadores españoles que tienen ese tipo de pensión para conservar sus derechos al pasar a otra empresa.
La presentación de ambos informes ha tenido lugar un mes después de que los países de la UE volvieran a fracasar en el intento de aprobar una Directiva sobre portabilidad de pensiones complementarias.
La legislación en cuestión, destinada a garantizar a los trabajadores la posibilidad de conservar sus cotizaciones al cambiar de empresa, sólo puede ser aprobada por unanimidad por ser una cuestión relativa a la seguridad social.
Las pensiones de empresa complementarias están muy extendidas en países como Holanda o Alemania, pero tienen poca presencia en España y otros Estados miembros.
En la actualidad hay una gran diversidad de esquemas en la UE, de manera que en algunos países se obliga a los trabajadores a quedarse en la empresa durante un largo periodo para poder acceder a esas pensiones, o se da un trato peor a los empleados que se marchan de la sociedad.
La Comisión ha anunciado que colaborará con la presidencia eslovena de turno de la UE para facilitar un acuerdo entre países y en el Parlamento Europeo para la aprobación de la normativa.
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