Los escaparates de los dos locales de Cárnicas Parquesol, en las calles Manuel Azaña y Adolfo Miaja de la Muela, lucen desde hace unos días grandes carteles que informan a sus clientes de los motivos de las pintadas y la fractura de una luna de sus fachadas: Un conflicto laboral con un ex trabajador vinculado, al parecer, al sindicato CNT. El empresario ha presentado hasta la fecha once denuncias ante la Policía Nacional contra dicha organización por los daños sufridos, acoso y extorsión.
'La verdad es que no puede entender lo que está pasando', explica el dueño del negocio, Alfonso Simón, quien recuerda que el conflicto surgió en septiembre, cuando sorprendió supuestamente a su empleado, P. A. C., de 18 años recién cumplidos, con una 'caja de marihuana escondida dentro de la tienda de Manuel Azaña'. La presunta infracción le llevó a suspenderle catorce días de empleo y sueldo. A su vuelta, la situación empeoró -siempre según el relato del empresario- y Simón decidió rescindir el contrato 'pagándole la correspondiente indemnización'.
Sea como fuere, la salida del joven no le gustó ni a él ni al sindicato CNT, que organizó poco después una campaña pública de desprestigio contra el negocio consistente en una pegada de carteles contra el propietario por el barrio y con la formación de varios piquetes de hasta quince personas repartiendo panfletos contra Alfonso Simón frente a su comercio de Adolfo Miaja de la Muela.
La web de la formación sindical justifica el 'conflicto laboral' por el supuesto 'impago tanto del salario que le correspondía al trabajador según su categoría como de las horas extras'. Extremos que niega el empresario al indicar que 'todo se hizo conforme a la legalidad' y recordar que, además, 'nadie ha acudido a los tribunales' a presentar una denuncia por impago.
'Los clientes se lo están tomando bastante bien y no he notado una disminución de los ingresos, pero esta situación no se puede mantener por mucho más tiempo', anticipa el dueño de las carnicerías. No en vano, los últimos ataques contra sus negocios han pasado de los panfletos a las piedras y a las pintadas. 'Hace poco me encontré la luna de Manuel Azaña llena de impactos de pedradas -el coste de la reparación del cristal supera los cuatro mil euros- y la fachada de la otra tienda repleta de pintadas contra mí', resume Alfonso Simón. Tanto es así que los carteles contra Cárnicas Parquesol distribuidos bajo las siglas de CNT incluyen su nombre y apellidos junto a ironías sobre ofertas de '2×1 en trabajadores' en uno de sus comercios.
La web del sindicato recoge, sin embargo, un escrito en el que niega su vinculación con la realización de las pintadas, aunque sí apoya tal acción al destacar que dichos 'graffitis' los 'debieron' hacer 'los solidarios afines a nuestra lucha'. El documento finaliza dando las gracias a los autores.
Lo que sí reconocen los sindicalistas es la autoría de los panfletos y la formación de piquetes informativos frente a las tiendas de Alfonso Simón. 'Hasta que no pague no a ver allí pidiendo lo que le corresponde al compañero', anuncian. Sobre este aspecto, el aludido matiza que su ex empleado le reclama 3.000 euros alegando 'unos gastos sindicales' e insiste en que 'si le aboné una indemnización por despido fue para evitar precisamente conflictos'.
Simón concluye que sólo quiere 'acabar con esto y seguir adelante con un negocio familiar que no tiene una capacidad para defenderse como una gran empresa'.
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