El juez ha decidido que Jérome Kerviel, el operador a quien la entidad Société Générale (SocGen) acusa de haberle provocado pérdidas de casi 4.900 millones de euros, salga en libertad con cargos tras considerar, además, que el imputado no es culpable de fraude. Ahora, Kerviel deberá someterse al control de las autoridades judiciales y entregar su pasaporte. Pero no será el único vigilado, pues el Ministerio de Economía francés investiga si se respetó la normativa bursátil durante la polémica venta de acciones.
El fiscal de París, Jean-Claude Marin, afirmaba ayer en rueda de prensa su decisión de llevar adelante el caso por "falsificación y utilización de falsificación", aunque Kerviel hubiera declarado que no actuó "en beneficio propio". No obstante y según Marin, el empleado "esperaba convertirse en un corredor de acciones excepcional y obtener primas de rendimiento superiores", que podrían haber alcanzado los "300.000 euros en 2007".
El fiscal de París señaló además que la investigación había revelado que Kerviel actuó solo, pero que Eurex, el mercado de derivados europeos, había advertido a SocGen en noviembre sobre sus posiciones. En este contexto, Marin ha justificado la petición de ingreso en prisión de Kerviel para "protegerlo" y para proteger otros testimonios, además de para evitar su posible huida al extranjero.
Por ello, el Ministerio Público pidió la detención preventiva, "no muy larga", para el broker, que finalmente salía a última hora de la tarde de prisión, aunque con cargos, por lo que deberá entregar a las autoridades su pasaporte, que le impedirá salir del país, además de su deber de someterse al control de las autoridades judiciales. "El juez no hizo caso al fiscal, que estaba pidiendo demasiadas cosas", indicó uno de los abogados del acusado, Christian Charriere-Bournazel, quien definió el resultado como "gran victoria".
La satisfacción de la defensa del operador no es sólo por su puesta en libertad, sino porque el juez ha decidido que Kerviel sea procesado por abuso de confianza, falsificación y violación de la seguridad de sistemas informáticos; sin embargo, no será imputado por un delito de fraude.
CORTINA DE HUMO
Charriere-Bournazel había denunciado en una entrevista a la emisora 'Europe 1' que Société Générale había utilizado el término de "defraudador" contra su cliente y consideraba "incomprensible" la actitud de la entidad financiera. El defensor del broker aseguraba tener "plena confianza" en los jueces y por eso afirmaba que no le cabe que pudieran dar crédito a la política de hacer de su cliente un "chivo expiatorio". De esta forma aludía a la posición de la dirección de Société Générale, y en particular de su presidente, Daniel Bouton, que en otra entrevista a la misma emisora descartaba las "teorías de complot" y dijo que el origen estaba en un "defraudador formidablemente disimulador" que consiguió eludir los mecanismos de control.
Los abogados de Kerviel consideran que la entidad financiera ha querido utilizar al operador bursátil como "una pantalla de humo que desviaría la atención del público de pérdidas mucho más sustanciales", sobre todo por los créditos hipotecarios de alto riesgo en Estados Unidos.
Esto se suma a nuevas acusaciones del ex operador de bolsa, quien ayer acusó a otros agentes del banco francés de quebrantar las regulaciones al vender por encima del límite. Kerviel ha confirmado a los investigadores que hubo otros acuerdos irregulares desde finales de 2005.
RESPETAR LA NORMATIVA BURSÁTIL
En este contexto, la ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, ha anunciado que el próximo viernes entregará al primer ministro francés, François Fillon, un informe sobre las circunstancias del fraude cometido en Société Générale.
Entre otros asuntos, se investiga si la entidad "respetó la reglamentación bancaria y bursátil" durante las operaciones de venta realizadas entre el lunes 21 y el miércoles 23 de enero de los activos ficticios adquiridos por el broker Jérome Kerviel.
La ministra explicó en el programa televisivo 'Las cuatro verdades' de France 2 que, además de conocer porqué no han funcionado los controles de la entidad bancaria francesa y acometer medidas para mejorarlos, la investigación tiene por objetivo conocer si en el comportamiento de SocGen se respetó "la reglamentación bancaria y bursátil".
La ministra insiste en que la situación en Société Générale no fue la responsable del hundimiento de los mercados financieros a principios de la semana pasada y asegura que "prueba de ello es que las dificultades bursátiles comenzaron en los mercados asiáticos horas antes de la apertura de las plazas europeas".
Por ello, recomendó no sembrar dudas sobre el banco francés, uno de los principales del sistema bancario galo, para no "tirar piedras sobre el tejado" de la plaza financiera de París. Así, pidió esperar al final de la investigación para no extraer conclusiones "apresuradas" ni realizar acusaciones "infundadas".
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