Al vicepresidente económico no le gusta el último conejo salido de la chistera presidencial. Solbes rebaja la propuesta fiscal de Zapatero: la reforma se aplicará en 2009. La reforma se aprobará en junio, con efectos retroactivos, desde el 1 de enero. Comenzará a notarse en las retenciones mes a mes, aunque sólo será realmente efectiva en la declaración de la renta de junio de 2009. Solbes no quiere un cheque de golpe, sino una rebaja mensualizada. Quedan los flecos de los autónomos y otros contribuyentes exentos. Zapatero considera que su ‘paga’ creará 100.000 puestos de trabajo
Si al vicepresidente económico, Pedro Solbes, no le sentó nada bien el cheque-bebé ni el plan bucodental, huelga explicar cómo le ha sentado la última ocurrencia fiscal del presidente Zapatero. Sobre todo porque tras su disponibilidad de continuar al frente de la Economía, el pacto consistía en que las propuestas económicas corrían de su cuenta.
Así que Solbes ha rebajado la propuesta de Zapatero. Ya no será una ‘paga’ en junio, sino una reforma en junio, aplicada de manera retroactiva desde el 1 de enero y que comenzaría aplicarse en la declaración de la renta de 2008 que se efectúa en junio de 2009. No obstante -aclaran en Economía- la medida comenzaría a notarse desde el momento de la aprobación en las retenciones del IRPF. Así que se inyectaría dinero en el bolsillo de los españoles desde el primer momento, que es de lo que se trata.
Pero Economía prefiere que esa inyección sea moderada y paulatina. Es decir, mes a mes en lugar que de golpe. Eso permitiría estirar el consumo sin que se dispare en gastos superfluos. Vamos, que Economía desconfía de las bondades de la paga extra de Zapatero. Así que el modelo que prefiere Solbes es el que las retenciones mes a mes. Sin embargo, existen otros. Por ejemplo, el de la paga de los 100 euros, que tiene apariencia de paga aunque en realidad se trate de una deducción anticipada con forma de paga abonada mensualmente. Y también existe la fórmula del cheque-bebé, una deducción fiscal con pago único al nacimiento.
En el caso del cheque bebé, sin embargo, hay diferencias. Las mujeres que no tengan ingresos y por tanto no paguen impuestos, lo recibirían en forma de prestación de la Seguridad Social. Lo mismo ocurre con las madres vascas y navarras. No será el caso de la reforma propuesta por Zapatero. No habrá “impuesto negativo”, señalan en Economía. Así lo confirma Zapatero en entrevista en TVE. O dicho de otra manera, quien ahora pagaba 400 euros de impuestos, no pagará nada. Pero quien pagaba 300 no tendrá un cheque de 100 euros. Y así es como 2 millones de trabajadores exentos se quedan fuera de la reforma de Zapatero. Casualmente, son los trabajadores más depauperados. Cuestión de progresividad.
En cualquier caso, si los socialistas repiten en el Gobierno se avecina otra legislatura de enfrentamientos entre el partido y la Vicepresidencia económica, entre Zapatero y Solbes. Nuevamente, el presidente del Gobierno ha tomado una iniciativa electoral, criticada por todas las formaciones políticas por demagógica… sin consultar a su vicepresidente la imagen seria y formal del Ejecutivo.
Por otra parte, ZP considera que su ‘paga’ que no es paga sino reforma, permitirá crear 100.000 puestos de trabajo. Se autocoloca la medalla de haber sido más transparente que nadie en lo que a reformas fiscales se refiere. Y tiene razón. Nadie es capaz de vender a la opinión pública las reformas fiscales como él. Traduce la complejidad en 400 euros. Lo entiende todo el mundo. Hasta que llega el tío Pedro con las rebajas.
Pues bien, Zapatero considera también que su reforma fiscal -valorada en un coste de 5.000 euros- permitirá crear 100.000 empleos. No explica la relación entre una cosa y otra. Tampoco explica por qué la reforma del PP destruye el Estado y la suya crea empleo. Pero ahí queda eso. Cuestión de transparencia. Y ya puestos, sale al paso de las críticas de Llamazares que apeló a la “loca carrera” por el recorte fiscal. Considera que Gaspar es “coherente” porque siempre defiende la necesidad de no bajar impuestos para contar con recursos públicos para los proyectos sociales. Sin embargo, considera que su reforma no pone en riesgo la subida del salario y la pensión mínima, las becas y la Dependencia y aprovecha para lanzar una teórica: “Lo de no bajar nunca los impuestos es propio de una izquierda ya pasada; los impuestos son un instrumento, no un fin”. Ahí queda eso.
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