El 87 por ciento de los trabajadores considera que el cambio climático supone un amenaza para el empleo, aunque tres de cada cuatro encuestados no quiere pagar mayores precios ni es partidaria de subir los impuestos por razones ambientales, según se desprende del Ecobarómetro laboral 2007, realizado por CC.OO. y presentado ayer en Madrid.
Asimismo, el informe, hecho a partir de 600 encuestas telefónicas, destaca que los entrevistados piensan que la actividad económica que más sufrirá los efectos negativos del cambio climático será la agricultura, seguida de la industria y turismo.
Del mismo modo, la gran mayoría de los trabajadores (87,2%) atribuye el calentamiento a las emisiones de la industria y el transporte, que intensifican el efecto invernadero. Por el contrario, el 5 por ciento reconoce la existencia del cambio climático pero está convencido de que se produce por causas naturales, y el 7,5 por ciento niega la existencia de este fenómeno.
MUCHO COCHE
Pese a estar muy concienciados con el cambio climático, el 65 por ciento de los trabajadores utilizan el coche para ir a su trabajo, de los que sólo el 14,5 por ciento lo comparte con otras personas. El responsable de Medio Ambiente de CC.OO., Joaquín Nieto, indicó que "esta contradicción" se debe a la falta de transporte público en muchas zonas de España, así como a que las empresas no pongan autobuses para trasladar a sus empleados. "No se puede culpabilizar al ciudadano", señaló.
En cuanto al abastecimiento energético necesario, el estudio señala que más del 85 por ciento de los encuestados apuesta por impulsar las energías renovables. Además, el tres de cada cuatro personas considera imprescindible ahorrar energía.
Por el contrario, los trabajadores que piensan que se debe aumentar la producción de energía procedente de fuentes convencionales recibe menos apoyos. Así, el 37 por ciento apoya la construcción de nuevas grandes empresas hidráulicas, el 31 por ciento aplaude la explotación del gas natural, el 13 por ciento apuesta por el uso de carbón y el nueve por ciento considera necesario abrir nuevos pozos de petróleo.
CENTRALES NUCLEARES
En cuanto a la construcción de nuevas centrales nucleares, 8 de cada 10 empleados se muestra contrario a esta opción. Además, sobre las ya existentes, el 68 por ciento de los encuestados opina que hay que cerrarlas cuando termine su ciclo de vida, y el 20 por ciento juzga necesario que se cierren inmediatamente. Sin embrago, el 12 por ciento plantea prolongar su funcionamiento durante bastantes años más.
Con respecto al crecimiento urbanístico de los últimos años, tres de cuatro trabajadores piensa que este hecho ocasiona pérdida de calidad de vida, mientras que el resto estima que esta expansión es sinónimo de progreso y bienestar.
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