Empleados del sector de la distribución, desde pequeñas tiendas de proximidad hasta hipermercados, se movilizaron ayer en Francia en defensa del poder adquisitivo y en protesta por sus condiciones de trabajo.
Esta jornada de huelga y protestas había sido convocada por los tres grandes sindicatos CGT, FO y CFDT, que la consideran como un preludio a una "multiplicación de movilizaciones" sobre los salarios.
Según la CGT, la huelga afectó a más del 80 por ciento de las marcas de la gran distribución, mientras que la Federación de Empresas de Comercio y Distribución calculó que un 4,5 por ciento de los asalariados de todo el sector secundó el paro laboral.
La Federación reconoció, sin embargo, que en torno al 40 por ciento de los hipermercados se vieron afectados por la huelga.
"El éxito evidente de este movimiento unitario" muestra que son justas las reivindicaciones de los sindicatos: "aumento de los sueldos, defensa del descanso dominical y empleo", indicó la CGT, mientras que FO aplaudió lo que llamó un éxito "histórico".
El líder de la CGT, Bernard Thibault, llamó a las direcciones de los grupos de distribución a volver a la mesa de las negociaciones, y la CFDT pidió al Gobierno que actúe con "fuerza" ante un sector que "no respeta" el salario mínimo para sus trabajadores.
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