La huelga de advertencia en el transporte municipal de Berlín terminó ayer, tras 39 horas, y el sindicato del sector advirtió que puede haber nuevas acciones similares.
Los primeros autobuses y las primeras líneas de metro empezaron a funcionar ayer hacia las 15:00 horas pero se necesitaron cerca de dos horas para que la situación se normalizase.
No obstante, ayer hubo mucho menos problemas que el viernes, cuando la huelga dificultó la movilización de los berlineses hacia sus lugares de trabajo.
El sindicato quiere aumentos salariales de entre el 8 y el 10 por ciento mientras que la empresa ha ofrecido un aumento del 6 por ciento y una paga única de 200 euros y se niega a presentar una nueva oferta.
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