Un total de 356.000 trabajadores estadounidenses solicitó la semana pasada prestaciones de ayuda por desempleo, una reducción de 22.000 frente al periodo anterior, informó ayer el Departamento de Trabajo. La caída ha servido para contrarrestar sólo parcialmente el fuerte incremento de 72.000 solicitudes de subsidio por desempleo en la semana precedente.
La fuerte desaceleración económica que sufre EE.UU. ha hecho aumentar el temor a un deterioro del mercado laboral.
El gobierno informó la semana pasada de que en enero se perdieron 17.000 puestos de trabajo, la primera pérdida mensual de empleos en más de cuatro años.
Muchos economistas creen que el actual trimestre será muy peligroso para EE.UU., que según un gran número de expertos afronta el peligro de entrar en recesión por primera vez desde 2001.
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