El presidente de la Junta, Manuel Chaves, aseguró ayer que apoyará al médico andaluz H.G.B., despedido por su empresa en Girona por, según él, "no hablar catalán", si considera que "se han vulnerado sus derechos".
Tras realizar una visita al Hospital Infanta Elena de Huelva, Chaves destacó que, aunque "sin conocer con detenimiento el caso", la legislación "es muy clara en este sentido", por lo que insistió que le animará y apoyará "a que tome las medidas que considere en el ejercicio de sus derechos allí donde se encuentre, como con cualquier andaluz".
Y es que H.G.B. ha denunciado a la mutua del Servicio de Prevención Ajeno en Seguridad y Salud (SPASS) de Girona para la que trabajó durante cinco años por despedirle alegando que "no hablaba catalán", una situación que el mismo implicado definió como "lamentable". Por eso, el martes llevó el caso a los juzgados de Girona.
Durante los cinco años que trabajó en la mutua, el denunciante asegura que recibió presiones y vivió situaciones "discriminatorias" por el hecho de ser andaluz y no hablar la lengua catalana, un hecho que "ya conocían" cuando le contrataron, según comentó él mismo a Europa Press tras la vista del juicio.
Este médico insistió en que recibía "un goteo continuo" de presiones de sus compañeros, motivo por el que denunció a la empresa, aunque para él "es triste volver a tiempos de represiones y obligaciones", comentó en el interior del juzgado.
Por su parte, desde la mutua denunciada, SPASS, se aseguró que el motivo del despido "no está relacionado con el idioma" sino con "la relación contractual entre empresario y trabajador", pero reconoció que sí se produjo un incidente entre médicos por motivos idiomáticos.
EL MÉDICO HABLA CATALÁN
El médico explicó que al principio no tenía "ningún prejuicio en hablar catalán", pero la situación cambió cuando sintió "la obligación" de hacerlo, por eso "se le quitaron las ganas", afirmó.
"Cuando me di cuenta que, a parte de estos problemas, además no aparecía en la Seguridad Social, sólo podía denunciar", comentó. Para el médico, "una irregularidad de esta magnitud" fue el desencadenante de la denuncia contra la mutua.
Además, lamentó la necesidad de tener que llegar a los juzgados para denunciar "que no todo el mundo tiene que estar obligado a hablar el catalán", concluyó, después de declarar en el Juzgado número 2 de lo social.
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