La cadena de comida oriental The Wok, del Grupo Vips, tuvo que cerrar en la noche del pasado jueves 14 de sus 24 restaurantes porque ninguno de sus cocineros, todos ellos chinos, quería ponerse ante los fogones. El motivo: el conflicto entre la empresa y un jefe de cocina, que se niega a ser trasladado de restaurante.
Sin aviso ni convocatoria, más de un centenar de cocineros, liderados por 14 jefes, pusieron la fidelidad al grupo por delante de las órdenes de la compañía.
Los problemas empezaron hace 15 días, al regreso de las vacaciones del jefe de cocina del restaurante situado en la calle del Doctor Esquerdo, en Madrid. El empleado, que había viajado a China "por la grave salud de su madre", según un compañero, se encontró con que su puesto había sido ocupado y que la empresa quería trasladarle a otro local situado en Getafe, a unos 20 kilómetros de distancia.
El cocinero se negó y, según la empresa, ni siquiera aceptó la autoridad del director de operaciones de la cadena, de nacionalidad española y quien le comunicó el traslado. En los días siguientes, el empleado siguió acudiendo a su restaurante a trabajar. No cambió de actitud tras serle comunicado el traslado por escrito, ni al ser suspendido de empleo (no de sueldo). Al final tuvo que ser la policía la que, el jueves 31 de enero, le sacara de la cocina.
Alicia Santos, de CC OO, cree que la empresa incumplió la normativa al ordenar un traslado a otro local que, aunque bajo la misma marca, está gestionado por otra empresa. "Es una cesión ilegal de trabajadores. Pero es que este caso ha sido la gota que ha colmado el vaso. Los trabajadores desconfían de la empresa por los reiterados incumplimientos de las condiciones pactadas".
Miguel Ángel García Andrés, director general de Recursos Humanos del Grupo Vips, lo niega y ofrece otra versión: "Hemos cumplido escrupulosamente la ley. Él no quiere ir a Getafe, pero ahora le necesitamos allí. Nos hemos comprometido a que sólo sea por siete u ocho meses y que luego volverá a Madrid cuando abramos un nuevo local", añade.
El cocinero pareció aceptar esta oferta, pero en el último momento puso, según la empresa, una última condición: el despido del director de operaciones. La empresa se negó a aceptar "esta exigencia, contraria a la ley y al sentido común".
La tensión en el seno de la empresa ha ido creciendo en los últimos días hasta el plante del pasado jueves. La empresa, "ante el inaceptable e ilegal paro", ha despedido a los 14 jefes de cocina que lideraron la revuelta. Ahora trata de reclutar nuevos cocineros, aunque ayer más de una decena de locales seguían cerrados.
Mientras, el cocinero que catalizó el conflicto sigue en la nómina de la empresa. "Está suspendido hasta ayer y no ha sido despedido porque él no participó en el paro. Esperamos que ahora se reincorpore", explican desde la empresa.
http://www.elpais.com/articulo/economia/huelga/cocineros/chinos/elpepueco/20080209elpepieco_13/Tes
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