Cerca de 85.000 trabajadores de la construcción serán despedidos durante 2008 por sus empresas, que les volverán a contratar si se dan de alta como autónomos dependientes, lo que les supondrá pagar menores sueldos y para la Seguridad Social unas pérdidas de 300 millones de euros por año.
Así lo asegura la Confederación Nacional de Autónomos y Microempresas (CONAPI), que achaca esa práctica a la entrada en vigor del Estatuto del Trabajo Autónomo, que contempla la creación del trabajador autónomo dependiente (trade, que es el que recibe al menos el 75 por ciento de sus ingresos de un mismo cliente).
La legalización de esa figura contractual permitirá a las grandes empresas del sector despedir a unos 85.000 empleados y volver a contar con ellos como autónomos dependientes.
Según explican, la gran mayoría de esos despedidos son personas poco cualificadas y, en mayor medida, inmigrantes.
Para ellos, las constructoras están estudiando pagarles entre 1.100 y 1.300 euros brutos mensuales, de los que los autónomos deberán pagar, aproximadamente, a la Seguridad Social 231,6 euros, 206 euros por IVA y la parte que les corresponda en concepto del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF).
Esto supondrá que les quede limpio, en algunos casos, un sueldo de menos de 500 euros, estima CONAPI.
Asimismo, esta nueva modalidad de contrato le supondrá a la Seguridad Social dejar de ingresar en concepto de cotizaciones más de 300 millones de euros por año.
Por todo ello, CONAPI asegura que no de ponerse freno a esta situación, las cifras anunciadas podrían ser mayores.
Al respecto, recuerda que 2007 se cerró con un fuerte crecimiento de altas del sector de la construcción en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA).
Concretamente, cinco de cada diez afiliaciones correspondieron a este sector, lo que supuso un incremento del 3,5 por ciento sobre el total de autónomos repartidos entre todos los sectores.
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