Dos camareros de un bar alemán fueron condenados el lunes por lesiones graves en un tribunal estatal en Berlín, debido a su participación en servir al menos 44 chupitos a un chico alemán de 16 años, que murió después de la borrachera.
El tribunal sentenció a los dos hombres, de 21 y 18 años, a 10 meses de entrenamiento social. Un tercer camarero fue absuelto, mientras que el juicio por un cuarto, que se enfrenta a cargos más serios de daño físico con consecuencias fatales, aún no ha comenzado.
El chico de 16 años se apuntó a un concurso de beber con un camarero. Pero los cuatro hombres detrás de la barra hicieron trampas. Mientras el camarero bebía agua, el chico bebía schnapps, un tipo de licor cuyo contenido de alcohol oscila en torno al 30 por ciento. Después de 25 rondas cayó en coma.
El chico estuvo en coma cinco semanas en un hospital de Berlín, antes de morir de problemas circulatorios el pasado marzo. Los trabajadores del bar mostraron su arrepentimiento por sus acciones en el tribunal.
El caso impulsó un debate nacional sobre el abuso de alcohol entre adolescentes y el peligro de las fiestas con barra libre.
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