El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, anunció ayer que el Ayuntamiento de la capital tomará medidas en pro de la racionalización de los horarios laborales, que tendencialmente castigan a las mujeres de cara a la promoción laboral y a la conciliación con la vida personal.
Durante la apertura del 34 Pleno de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, que se celebró el jueves en el Palacio de Cibeles, Gallardón aludió a los planteamientos de este grupo de trabajo como "revolucionarios", y les animó a seguir trabajando "por la calidad de vida de los ciudadanos y por el espacio de oportunidades para las siguientes generaciones".
"Por ello seremos una de las administraciones que antes os dará una sorpresa positiva asumiendo un compromiso en la dirección que queréis", aseguró el regidor de la capital, incidiendo en que "la gestión del tiempo es algo que preocupa mucho a los responsables políticos" y en su deseo de "dar ejemplo iniciando un proceso claro, dirigido a la racionalización de horarios y pensando, fundamentalmente, en la discriminación que los actuales significan para las mujeres".
En esta línea, el presidente de la Comisión, Ignacio Buqueras, felicitó al Ayuntamiento por el Plan Madrid, que "mejora mucho la conciliación de las vidas profesional y personal de los trabajadores" y trasladó al alcalde su intención de "hacer llegar propuestas y sugerencias concretas" para seguir avanzando en la misma línea.
"También quería pedir que Madrid sea la avanzada española en materia de adopción de nuevos horarios y hábitos más racionales y flexibles, y que se cree un área de Gobierno para los Usos del Tiempo, como ya existe en Barcelona", continuó Buqueras, explicando que "esa delegación debería coordinar los tiempos urbanos para conseguir un mejor equilibrio entre el desarrollo económica y la cohesión social".
DISCRIMINACIÓN FEMENINA
Así, para el primer edil la propuesta de buscar formas de racionalizar los horarios es "profundamente revolucionaria" ya que es contraria a "la sociedad machista actual". Y es que "la no racionalización y la permanencia de los horarios actuales en España perjudica mucho más a una mujer que a un hombre, lo que hace este reto mucho más difícil".
"Vivimos en un mundo globalizado que funciona las 24 horas al día, y es impensable que en cualquier momento no pueda pasar algo en algún lugar del mundo que nos afecte directamente -explicó Gallardón-. Pero de repente alguien dice que algo no está funcionando en nuestro país porque no puede ser que nuestra vida laboral sea la parte más importante del tiempo de que disponemos, excluyendo además nuestra vida personal".
Así, "aunque toda revolución es difícil, porque a los que ya están establecidos no les gustará cambiar, al final una sola nota es capaz de iniciar una sinfonía y un solo aplauso es capaz de iniciar una ovación. Y creo que vosotros habéis conseguido entonar esa nota", apostilló Gallardón.
Por último, el alcalde recomendó a la Comisión Nacional buscar el apoyo de "aquellos a los que más beneficia la propuesta y abrir una complicidad exigente de responsabilidad con los sindicatos". "Habéis apuntado con audacia un espacio nuevo al decir que la calidad de vida de un trabajador no está sólo en su horario de trabajo sino fundamentalmente en el resto del día. Si además demostráis que no afecta a la productividad negativamente habréis iniciado una auténtica revolución", concluyó.
Buqueras, por su parte, se mostró convencido de que 2008 será "un año importante para que los horarios sean más europeos y humanos, más racionales" y que su grupo de trabajo será capaz de "apuntar las líneas de actuación para que dicho cambio se produzca lo antes posible".
Por último, citó unas estadísticas según las cuales "sólo 7 por ciento de las empresas españolas son familiarmente responsables", lo que implica una "baja productividad". Asimismo, estudios realizados por la Comisión apuntan que "el desarrollo e impulso de la conciliación en la empresa redunda en una mejora de la calidad de los factores de atracción y retención de los talentos" y que dichas políticas funcionan de manera diferente para mujeres y hombres.
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