Vientos de cambio en Mutua Madrileña Automovilista, de la mano del nuevo presidente Ignacio Garralda. Tras fumar la pipa de la paz con Mapfre, el gigante del sector asegurador español, a iniciativa del propio Garralda, la aseguradora ha salido al mercado en busca de un director general, de valía contrastada, capaz de liderar el gran salto adelante que la sociedad se plantea mediante la diversificación de productos, la expansión geográfica y el fortalecimiento de las distintas áreas de negocio.
Tras resultar elegido como presidente de la Mutua en sustitución de Ramírez Pomatta, Garralda se ha dedicado a consolidar su liderazgo mediante reuniones –generalmente a mesa y mantel puestos- con todos y cada uno de los miembros del Consejo, para conocer sus inquietudes e ideas en torno al futuro de la aseguradora. Las primeras medidas concretas han consistido en acabar con la querella mantenida con Mapfre, mediante un almuerzo con su presidente, José Manuel Martínez, y en tomar la decisión de volver a Unespa, la patronal del sector.
Mucha más importancia tiene para el futuro la decisión de fichar en el mercado a un número dos, con categoría de director general, que se encargará del día a día ejecutivo y de pilotar la estrategia de la sociedad, orientada hacia el fortalecimiento del negocio, la diversificación de inversiones y la apuesta por el crecimiento orgánico, ello sin renunciar al tradicional punto fuerte de la casa, el ramo del automóvil. De acuerdo con las fuentes, el deseo de Garralda hubiera sido promocionar al cargo a un hombre de la propia Mutua, pero tras el oportuno rastreo se adoptó la decisión de acudir al mercado.
“Será un valor contrastado; nada de experimentos”, han asegurado a este diario fuentes conocedoras del proceso. De ello se han encargado firmas especializadas en head hunting. Al parecer, ya hay un par de candidatos en cartera, procedentes de otras tantas firmas de la competencia, “gente rodada, capaz de abrir el abanico hacia productos nuevos, porque el mercado y la competencia así lo imponen”.
Mientras ese nombramiento llega, el Consejo de Mutua ha adoptado al decisión de congelar el precio del seguro de automóvil a todo riesgo para el año en curso 2008, después de las significativas subidas experimentadas en los últimos tiempos, subidas obligadas entonces por la disparidad de precios que hicieron de Mutua una de las más baratas del sector. Ahora, invertida esa situación y teniendo en cuenta la competencia y la situación del mercado, se ha procedido a esa congelación.
Para más adelante quedan las grandes decisiones que habrá que adoptar en cuanto a la cartera de renta variable, un tema que bajo presidencia de Pomatta –ya en su domicilio, con el alta hospitalaria- colocó a la asegurada bajo todas las miradas. En principio, la idea es que Mutua no volverá a hacer inversiones como la efectuada en su día en el Banco Santander, que llegó a representar el 25% de los recursos propios de la entidad. Diversificar, se llama el objetivo, y huir de situaciones de riesgo como la que actualmente representa el 5% de Sacyr.
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