No hay nada más deprimente que acudir cada día a una oficina gris y triste. Muchos sueñan con el teletrabajo ¿pero es tan beneficioso como la mayoría piensa?
Las nuevas tecnologías han permitido el sueño que muchos tenían desde hace ya muchos años: el teletrabajo en casa. Aunque en teoría el teletrabajo puede ocuparse de cualquier actividad que no requiera de grandes inversiones, con una conexión a Internet y un ordenador de medianas prestaciones, son las actividades relativas a la actividad editorial, gestión de oficinas o tratamiento de datos las que mejor se adaptan al concepto de teletrabajo.
Por lo tanto, un buen número de periodistas, administrativos o creativos publicitarios tienen la opción de trabajar en sus domicilios y esto conlleva un buen número de ventajas.
El teletrabajo es la bendición para todas aquellas personas amantes de la familia, pues es la mejor forma de congeniar la vida familiar con la laboral. Dejar a los niños en el colegio y ayudar al cónyuge en las tareas domésticas resulta mucho más fácil con el teletrabajo. Todo es cuestión de organizarse bien ambas tareas: las profesionales y las relativas al hogar.
Se ahorra mucho tiempo en traslados. Se acabaron las esperas en coches, transporte público y madrugones intempestivos. Y según un reciente informe de la Comisión Europea, el teletrabajo puede aportar mucho para reducir la emisión de C02 y de esta forma, luchar contra el temido cambio climático. No utilizar el autómovil para ir a trabajar supone una considerable disminución de la contaminación en las grandes ciudades. En este caso, el teletrabajo ayuda a disponer de una gestión del tráfico mucho más fluida.Por otro lado, el teletrabajo evita tener que verse las caras con los típicos jefes que no saben delegar en sus empleados y son una causa constante de conflictos. Trabajar en casa supone un ahorro considerable en discusiones y disgustos típicos de los entornos laborales, especialmente cuando los directivos no destacan por su facilidad de negociación y comunicación.Pero no todo es positivo en el teletrabajo. En primer lugar, las personas que se apunten a este sistema deben ser muy organizadas y disciplinadas. Es imprescindible tener una habitación destinada como despacho para evitar “interferencias” en nuestro horario laboral. Sí, es muy importante apartar nuestras obligaciones laborales del resto de la casa y para ello es imprescindible disponer de una habitación de la casa aislada del resto de las demásIncluso aunque seamos las personas más organizadas del mundo, el teletrabajo tiene varias desventajas. Entre ellas, la más importante es que perdemos capacidad social para relacionarnos con los compañeros o con personas de otras compañías. Esto es muy importante si queremos progresar en nuestra carrera profesional y estar atado al ámbito doméstico nos puede quitar buenas oportunidades. De ahí, que los directivos de las empresas no utilicen el teletrabajo en sus domicilios, ya que las relaciones sociales son una parte muy importante de su vida laboral, aunque muchos sí que se apuntan a la “teleconferencia” vía Internet para evitar más desplazamientos y viajes de los necesarios.
En definitiva, si por desgracia se posee un trabajo de oficina muy rutinario, poder trabajar desde casa y realizar ese mismo esfuerzo supone al menos evitar desplazamientos y tener un ambiente de trabajo más agradable en el propio domicilio. En cambio, otras personas no podrían soportar estar cinco días a la semana sin salir prácticamente de su casa. Todo depende de las cualidades y necesidades de cada persona, pero lo que sí es cierto es que muy pronto el teletrabajo será uno de los pilares fundamentales del sector terciario español.
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