Trabajadores de Villar Mir cumplen su tercer día de acampada ante la Xunta, donde seguirán si no hay ‘hechos consumados’

Los trabajadores de Serrabal y Ferroatlántica cumplieron ayer su tercer día de acampada delante de la sede de la Xunta, en San Caetano, para exigir un cambio de trazado del AVE Santiago-Ourense a su paso por la mina de cuarzo que explota Juan Miguel Villar Mir, con la intención de continuar hasta el 9 de marzo ‘si no hay hechos consumados’ y plantearon incluso la posibilidad de continuar después.

No nos iremos antes, o hay hechos o no nos levantamos’, señaló a Europa Press Francisco Javier Blanco, de UGT Sabón. ‘Las promesas ya no nos valen porque ya se incumplieron’, aseveró en referencia a que se mantenga el actual trazado que atraviesa la mina de Serrabal, pese a que los estudios técnicos del Ministerio de Fomento señalan que el impacto de la infraestructura sobre las posibilidades de explotación del yacimiento de cuarzo es muy limitado.

Blanco señaló que la intención de esta acampada, en la que participan 30 personas en turnos de mañana, tarde y noche, no es ‘hacer presión política’, si no ‘informar a la opinión pública’ de su situación, para lo cual reparten desde este lugar folletos informativos y exhiben pancartas. ‘La gente se para mucho a preguntar’, destacó.

‘Touriño nos hizo la promesa de solucionar el tema durante la campaña electoral de las municipales, para que no montáramos follón, y no la cumplió’, criticó el reprsentante del sindicato UGT. ‘Ahora que vuelven a estar en campaña queremos que la gente vea como no cumplen las promesas’, agregó.

En cuanto a la posibilidad de que el conflicto no se solucione más allá del 9 de marzo, Blanco afirmó que tienen pensadas ‘otras medidas’ entre las que también barajan la posibilidad de continuar con la acampada más allá de la cita con las urnas. ‘Llevamos dos años luchando y vamos a seguir peleando ahora’, sentenció.

Estos trabajadores reclaman que el Ministerio de Fomento retome el trazado original del AVE, para que este no afecte a la mina de cuarzo de Villar Mir ni a los puestos de trabajo de ‘unas 1.000 personas’ que, según sus datos, integran la plantilla de este grupo empresarial. Asimismo, critican a los políticos por ‘no cumplir’ el compromiso adquirido antes de las elecciones municipales del 27 de mayo de 2007 de estudiar una solución que no afectase a los empleos.