El presidente de la patronal CECOT, Antoni Abad, reclamó ayer a la administración catalana un plan de choque para hacer frente al absentismo laboral, con una reforma del sistema sanitario público al considerar que se dan bajas ‘con demasiada facilidad y poco formuladas’.
Abad ha realizado esta petición durante la presentación en Barcelona de un informe que sobre absentismo laboral en Cataluña y España ha elaborado para la patronal el Centro de Estudios y Asesoramiento Metalúrgico (Ceam) con datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y de la consultora Price Waterhouse, además de una encuesta a 188 asociadas a CECOT.
Según los datos facilitados por la patronal del Ministerio de Trabajo, el año 2006 la tasa de absentismo se situó en España en un 3,6%, el mismo porcentaje que en Cataluña, una cifra que la secretaria general del Ceam, Natalia Ortega, ha juzgado ‘poco fiable’.
Para Ortega, la cifra que se aproxima más a la realidad es la facilitada por la citada consultora internacional, que sitúa el absentismo laboral en España en el 4,1% (4,7% en Cataluña), cuando la media europea es del 4% y Francia y Alemania presentan porcentajes similares, del 4,5% y del 4,4%, respectivamente.
Los costes económicos de este absentismo laboral, un concepto que no está definido y en el que se incluyen las incapacidades laborales, los accidentes laborales, las bajas por maternidad, la formación y las ‘causas injustificadas’, se elevan a unos 10.600 millones de euros (1,1% del PIB), según una estimación propia de la patronal con datos de las dos citadas fuentes.
Antoni Abad apostó ayer por afrontar el absentismo laboral con una reforma del sistema sanitario público, al tener ‘la certeza de que se dan bajas con demasiada facilidad y poco formuladas’ ya que, en su opinión, el ‘99% de los médicos desconoce el lugar de trabajo de la persona que solicita la baja’.
También indicó que la casilla en la que se indica la duración estimada de la baja ‘siempre está en blanco’ y ha pedido que se reduzcan las listas de espera de la sanidad, porque algunos trabajadores faltan al trabajo para realizar un análisis de sangre, según ha argumentado.
También abogó porque la administración se haga cargo de las bajas de los trabajadores a partir del cuarto día de ausencia y no del decimoquinto, como sucede ahora, y que el ICAM catalán (de evaluaciones médicas) ‘sea más diligente’ con las peticiones de los empresarios.
El dirigente empresarial no rehuyó el hecho de que las empresas han de mejorar sus políticas de personal y de recursos humanos y la flexibilidad, aunque dejando de lado políticas ‘caducas, como las primas de puntualidad’.
De hecho, un 19,5% de las empresas encuestadas (188 en total) por la patronal siguen planes para combatir el absentismo y, de éstas, un 52,8% notan una reducción del mismo con medidas como reducción de riesgos laborales, reparto eficiente de la carga de trabajo, flexibilidad de horarios y medidas de conciliación de la vida laboral y familiar.
A su juicio, valores como el esfuerzo y la perseverancia en el trabajo ‘fallan a la baja en la sociedad catalana’, y ha asegurado que una de las causas por las que se produce absentismo no cuantificado es la realización de trámites en los diferentes organismos administrativos, por lo que ha exigido la ‘adecuación’ de los horarios de atención al público.
Según los datos elaborados por el Ceam, la principal causa de absentismo es la incapacidad laboral, que corresponde a un 70% de las horas no trabajadas, que fueron de 60,7 por trabajador y año en 2006, con datos del Ministerio.
En 2006, las comunidades con más absentismo fueron las del norte de España: Asturias (4,6%), País Vasco (4,5%), Cantabria (4,1%) y Galicia (4,1%), mientras Extremadura fue la menos absentista con un 2,7%.
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