Una jueza ha absuelto a dos ex trabajadores de la planta de Lear en Cervera (Lleida) acusados de leer correos electrónicos de sus jefes entre 2001 y 2002 para favorecer los intereses del comité de empresa en los meses previos al cierre de la multinacional.
En la sentencia, entre otros argumentos, la magistrada apunta a que la sala de informática, que estaba cerrada y con llave de acceso a la que sólo podían acceder los acusados, tenía una puerta que no funcionaba bien, posibilitando el acceso a terceros.
Asimismo, consideró que ‘no ha resultado acreditado que durante el mes de diciembre de 2001 al 21 de mayo de 2002 los acusados accedieran a los correos electrónicos de diferentes directivos y superiores de Lear’.
En el juicio, que se celebró el 30 de enero, la Fiscalía pidió para los dos acusados, un hombre y una mujer, una pena de tres años y medio de cárcel, y la acusación particular elevó la pena a cuatro años.
Según la compañía, entre los documentos que pudieron haber leído los dos acusados figuraba información sobre el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que planteó la compañía para cesar su actividad en la planta catalana.
Lear, dedicada a la fabricación de componentes eléctricos para el automóvil, anunció el cierre de la planta de Cervera en febrero de 2002 argumentando que los costes laborales eran elevados y anunciando que trasladaría la producción a Polonia. La planta, en la que trabajaban 1.200 trabajadores, 1.000 de ellos fijos, cerró sus puestas en octubre de ese mismo año.
Los comentarios están cerrados.