El sindicato Comisiones Obreras (CCOO) considera que a la plantilla de Correos en las Illes Balears, que actualmente asciende a 1.300 empleados, le hace falta un refuerzo de otros 100 trabajadores, así como mejoras y ampliación de sus infraestructuras, y la apertura de nuevas sucursales, con vistas a adaptarse a la privatización del sector, prevista para 2011.
Así lo indicó el secretario general de Correos de esta central sindical, Regino Martín, quien ayer mantuvo un encuentro con los medios de comunicación en el que detalló la situación por la que pasa este organismo, que es uno de los que genera mayor contratación de todo el Archipiélago –tanto en el sector público como en el privado–, y que se caracteriza por el "mileurismo" de sus trabajadores, señaló.
Para combatirlo, CCOO pidió que el salario de los trabajadores de este servicio público se incremente hasta los 1.500 euros mensuales y, al mismo tiempo, reclamó que se les abone el "plus de insularidad", como ya se ha exigido en Canarias, Ceuta y Melilla, comunidades que consideró "históricamente retrasadas" en materia laboral respecto al resto.
Por lo que se refiere al centenar de nuevas incorporaciones que el sindicato estima que deberían incorporarse a Correos en Baleares, Martín precisó que en todos los casos debería tratarse de plantilla "estructural y no coyuntural", bien remunerada, para evitar la "inestabilidad constante" que se produce entre el personal del servicio, y que afecta especialmente a las islas.
Martín contextualizó todas peticiones en los objetivos del sindicato de "discutir el futuro del servicio postal", que esperan que "se consensúe" con las principales fuerzas que representan a los trabajadores, mensaje que quiere "transmitir" al Gobierno resultante tras las Elecciones Generales del próximo 9 de marzo, al que presentarán "propuestas" en una "carta abierta", agregó.
De hecho, el secretario general de CCOO en este organismo proclamó que el "mileurismo que sufre Correos debe ser superado en el próximo convenio" colectivo, cuya aprobación supeditó, por otra parte, a que, en primer lugar "se garantice el modelo postal y la viabilidad de la empresa", antes de abrir el mercado a otros operadores públicos y privados, nacionales e internacionales.
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