Las principales asociaciones de autónomos apuestan por incrementar hasta un 3% las bases de cotización para financiar el futuro sistema de protección por cese involuntario de actividad de los trabajadores de este colectivo, lo que supondría, en el caso del 76,4% de ellos que cotiza por la base mínima (817,20 euros), pagar 24,5 euros más.
En declaraciones a Europa Press, el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, explicó que su organización sitúa "en torno" al 3% el porcentaje sobre la base de cotización que permitiría garantizar la prestación, dada "la baja incidencia del autónomo en otro tipo de contingencias".
Por su parte, el secretario general de la Unión de Trabajadores y Profesionales Autónomos (UPTA), Sebastián Reyna, puntualizó que el porcentaje representaría "como mucho" entre el 2% y el 3% de la cotización y aseguró que lo que todavía se debe decidir es si esta cotización se articulará "como un sistema universal, es decir, para todos los autónomos, o como un mecanismo voluntario". "Eso es que está ahora es discusión", ha añadido.
SISTEMA UNIVERSAL, CONTRIBUTIVO Y SOLIDARIO.
Sobre esas dos posibilidades, el presidente de ATA ha apostado por un sistema "universal, contributivo y solidario" como única forma de articulación y ha explicado que, de no ser así, "la cantidad que pagarían, por ejemplo, los que cotizan por la base mínima, pasaría de los 24,5 euros a los 150 o 180 euros".
"Para hacerlo de forma voluntaria ya existen opciones porque el autónomo puede contratar un seguro privado por cese de actividad", añadió.
Los detalles de este sistema de protección están siendo estudiados por una Comisión de Expertos designada por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y consensuada con las organizaciones de autónomos, que deberá elaborar un informe previo a la creación de esta prestación, donde se detallará el funcionamiento de la misma.
El texto tendrá que estar listo antes del 12 de octubre, un año después de la aprobación del Estatuto del Trabajador Autónomo, y valorará, entre otras cuestiones, la posibilidad de que este sistema de protección pueda conllevar, en algunos casos, la jubilación anticipada. LA MAYOR PARTE DE LOS AUTÓNOMOS COTIZA POR LA BASE MÍNIMA.
Casi ocho de cada diez trabajadores autónomos cotiza por la base mínima, según consta en la base de datos de la Dirección General del Trabajo Autónomo, adscrita al Ministerio de Trabajo. En concreto, el 76,4% de los 2.238.772 autónomos personas físicas contabilizados por la Seguridad Social a 31 de diciembre de 2007 cotizaba por la base mínima.
De acuerdo con esta estadística, a la que tuvo acceso Europa Press, este porcentaje se eleva al 94,2% entre los trabajadores extranjeros, los que llevan menos tiempo inscritos en la Seguridad Social (88,8%), y en los sectores de construcción y servicios (en torno al 84%).
Asimismo, el 8,6% de los trabajadores autónomos presenta una base de cotización reducida. Sumando los que cotizan por la base mínima y los que tienen la base reducida se obtiene que el 85% de los autónomos que estaban en alta en la Seguridad Social a finales de septiembre no superaban la base mínima de cotización.
El porcentaje de autónomos que no sobrepasan la base mínima se eleva a más del 91% cuando su edad es inferior a los 50 años. A partir de esta edad, el 28% cotiza por una base superior a la mínima, hecho que Trabajo relaciona con la proximidad a la edad de jubilación.
Los datos apuntan además a que el 61,6% de los trabajadores por cuenta propia llevan más de cinco años de alta en la Seguridad Social, tasa que es superior entre los varones, los de más edad, los españoles y en los sectores de agricultura e industria.
EL 7,2% SON EXTRANJEROS.
Del total de autónomos contabilizados por la Seguridad Social al finalizar septiembre, 1.980.368 estaban inscritos en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), 244.858 en el Régimen Agrario y 13.546 en el del Mar.
Además, el 68,9% eran varones y el 31,1%, mujeres; si bien estos porcentajes cambian en función de otras variables. Como ejemplo, en los tramos donde las bases de cotización son más elevadas los hombres superan el 82%.
De acuerdo con los datos de Trabajo, más del 65% de los autónomos supera los 40 años, proporción que desciende hasta el 44% entre los inmigrantes. En concreto, los autónomos extranjeros representaban a 31 de diciembre de 2007 el 7,2% del total, aunque esta cifra es superior entre los más jóvenes, en la construcción, así como en las comunidades insulares, en Melilla, la Comunidad Valenciana y Madrid.
A finales del tercer trimestre del año, trabajaban en España 20.425 autónomos procedentes de América del Sur, 17.770 de Asia, 15.964 de África, 1.576 de América del Norte, 1.374 de América Central y 209 de Oceanía. De la UE, provenían 56.891 y del resto de Europa, 45.387. En total, la cifra de autónomos extranjeros ascendía a 160.129 y la de españoles, a 2.078.643.
LA GRAN MAYORÍA NO TIENE ASALARIADOS A SU CARGO.
Por sectores, el 64,7% de los autónomos operan en el sector servicios, frente al 15,4% que lo hace en la construcción, el 14,3% que se dedica a la agricultura y el 5,6% que trabaja en la industria.
Además, sólo dos de cada diez autónomos (19,6%) tienen asalariados a su cargo, y el 5% simultanea su actividad con otra por cuenta ajena (pluriactividad), situación que se da con más frecuencia entre los jóvenes, los de menor antigüedad y los que tienen una base de cotización reducida o mínima.
El número de familiares en alta a la Seguridad Social y que colaboran en el negocio autónomo ascendía a finales de diciembre a 198.735, de los que el 50% eran varones y 50%, mujeres. La gran mayoría de estos ‘colaboradores familiares’ trabaja en el sector servicios, especialmente en el comercio y la hostelería, ramas que concentran a 114.913 familiares de autónomos.
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