La integración de los inmigrantes en España ha iniciado un proceso de "maduración", gracias a los matrimonios mixtos y las diferentes fórmulas de convivencia entre nacionales y extranjeros, según consta en el avance de la Primera Encuesta Nacional de Inmigrantes, realizada por el Instituto Nacional de Estadística, que recoge Europa Press.
Este organismo presentará en el mes de abril el primer estudio de esta naturaleza que se realiza en España, sobre un total de 15.500 personas extranjeras en otros tantos hogares. La encuesta, realizada a lo largo de los últimos cuatro años, pretende ofrecer una primera panorámica general sobre los inmigrantes que llevan más de un año o tienen intención de estarlo en España.
"La convivencia efectiva entre nacionales y extranjeros, es mayor de lo que se piensa. Ha habido un proceso de maduración, lo que no implica que haya circunstancias y colectivos muy diferentes", explicó a Europa Press el subdirector General de Población e Inmigración (INE), Ignacio Duque.
La conclusión de este experto es cualitativa, pero certera en el diagnóstico: "El principal núcleo de la integración es el matrimonio y la convivencia". Según explicó, "la complejidad en las formas de convivencia y relaciones" entre nacionales y extranjeros es "llamativa desde todos los puntos de vista" y "el incremento de matrimonios mixtos lo es bastante".
Además, "en este momento hay un fuerte proceso de nacionalización" de las personas que, o llevan mucho tiempo instaladas en España, o bien han adquirido la condición de españoles, precisamente por haber contraído matrimonio o compartir hijos con autóctonos.
LA MAYORÍA DE LAS ENTRADAS SE PRODUCEN DE MANERA REGULAR
Los encuestadores también han confirmado que la mayoría de los flujos de entrada se producen de manera ordenada y por tanto de acuerdo a las normas de extranjería, mientras que la llegada en cayucos o pateras es "un aspecto totalmente ínfimo".
Además, según Duque, "da la impresión de que los itinerarios a través de distintos países tienen una importancia muy pequeña desde el punto de vista estadístico".
Por otra parte, el proceso que empuja a una persona a emigrar "es más amplio y complejo de lo que normalmente se suele barajar en los estereotipos convencionales". Así, los motivos no son sólo económicos, ni la mayoría de los inmigrantes proceden de países pobres; la encuesta define también un perfil de extranjeros procedentes de países prósperos que se retiran a España tras su jubilación, a los que se unen estudiantes y adultos en edades activas y cualificados que vienen a este país a comenzar un negocio.
Según este experto del INE, los inmigrantes, al menos en su primera etapa, tienen intención de regresar y ven su periplo como "algo temporal" para prosperar y volver con los suyos. Sin embargo, finalmente el lugar del destino y sus cinrcunstancias "determina que unos vuelvan y otros no", principalmente por los emparejamientos y lo hijos.
A raíz de estos resultados, el responsable del estudio considera que, a largo plazo, "el efecto de las políticas migratorias tiene menos influencia de lo que parece". "El mundo actual dispone de unas fuerzas a nivel global y económico que determina la dinámica general y la tendencia es hacia una mayor movilidad, flexibilidad, cercanía o el abaratamiento del coste de transporte", añadió.
Cuando se publique la encuesta, se darán a conocer aspectos como las condiciones de llegada, la situación actual respecto a la familia, los procesos de reagrupación, así como información básica y socio demográfica, la estructura de los hogares, su historia laboral y residencial o la relación con el país de nacimiento.
UNO DE CADA DIEZ EMPADRONADOS SON EXTRANJEROS
Una de cada diez personas empadronadas en España son extranjeras, concretamente 4,5 millones de los 45,2 personas registradas en los padrones municipales, según los datos definitivos correspondientes a 1 de enero de 2007, publicados a principios de año por el Instituto Nacional de Estadística.
La estadística muestra como la proporción de inmigrantes es similar a su crecimiento en el último año (un 9 por ciento), mientras que el número de españoles apenas creció en 2007, con una variación del 0,2 por ciento.
No obstante, la serie histórica del INE confirma la desaceleración en la incorporación de extranjeros al padrón, que se empezó a registrar en 2006. La variación interanual muestra como en 2005 hubo 696.284 inmigrantes nuevos, mientras que en los dos últimos años, este incremento se redujo a 413.375 y 375.388, respectivamente.
NACIONALIDADES MÁS NUMEROSAS
Las nacionalidades más numerosas corresponden a Marruecos (582.923), Rumanía (527.019) y Ecuador (427.099). Los ciudadanos de este último país se vieron desbancados en 2007 del segundo puesto por los rumanos, coincidiendo con su entrada en la Unión Europea, junto con los búlgaros. Estos últimos ascienden a 122.057, frente a los 101.617 que había en 2006.
Respecto al resto de las nacionalidades, los datos son las siguientes: Reino Unido (314.951), Colombia (261.542), Bolivia (200.496), Alemania (164.405), Argentina (141.159), Italia (135.108), China (106.652), Perú (103.650), Portugal (100.616), Francia (100.408), Brasil (90.161), Ucrania (69.983), República Dominicana (65.119), Polonia (61.464), Venezuela (51.481), Paraguay (46.238) y Uruguay (46.069).
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