El secretario general de CCOO, José María Fidalgo, duda de que sea necesaria una nueva reforma laboral en la próxima legislatura, ya que el empleo lo crea la "bonanza económica" y las empresas "espabiladas".
En una entrevista con Efe, Fidalgo afirmó que el paro va a seguir creciendo en la medida en que hay sectores que están ralentizando su actividad, por lo que es demasiado "optimista" anunciar que el desempleo va a mejorar después del verano.
El secretario general de CCCO cree que las reformas laborales tampoco valen para reducir la temporalidad, puesto que ésta depende de la composición sectorial del sector productivo.
En su opinión, si lo único que crece es el sector de la construcción, y éste requiere empleo temporal, "no hay ninguna reforma laboral que arregle esa temporalidad", porque eso es "estructural".
Para Fidalgo, lo que sí consigue una nueva regulación del mercado de trabajo es "incentivar" a las empresas que "puedan y quieran" hacer un contrato fijo en vez de uno temporal.
Por tanto, el secretario general de CCOO considera "limitado" el alcance de las reformas laborales y advierte de que es "falso" que éstas valen para arreglar "todo".
En referencia a posibles nuevas reformas en la próxima legislatura que tiren "hacia abajo el valor del trabajo", avisa de que CCOO "no va a aceptar que, utilizando como excusa que ahora estamos en crisis, se ajuste el cinturón de los más débiles".
"No lo vamos a consentir. Espero que nadie nos venga con eso porque nos conoce", precisó.
Preguntado por el aviso del Banco de España de que la desaceleración de la economía iniciada el año pasado será "algo más pronunciada" en los primeros meses de 2008, afirmó de aquí a agosto o septiembre "posiblemente no sepa nadie lo que va a ocurrir, pero sí que los próximos dos o tres meses van a decidir si la crisis financiera es corta o larga".
"Si es corta posiblemente se puedan hacer más cosas, si es larga creo que entraremos en una situación peligrosa, pero es mucho anticipar por mi parte", resaltó.
No obstante, reconoció que la situación es "complicada" porque se "cruza un sustrato de crisis financiera mundial, una situación económica del ciclo español que se ha ralentizado, un problema de endeudamiento de las familias y un problema de balanza comercial negativa. Es un cruce desafortunado", insistió.
Esto no significa que el país se vaya a "hundir", aclaró, pero consideró que una vez que pasen las elecciones del 9 de marzo habrá que establecer una "hoja de ruta" en el que se necesitará la colaboración de los agentes sociales y del sector público.
Al respecto, criticó que en España "no existe un sector público, sino dieciocho" y esto hay que "alinearlo, porque si no perderemos eficiencia".
Respecto a las directrices para cambiar el modelo productivo, consideró que las esenciales son formar y reciclar constantemente a los trabajadores, y hacer políticas fiscales que privilegien los proyectos que compitan en el exterior por generar valor añadido, principalmente en el sector industrial.
"Para hacer eso no es sólo importante quien gane las elecciones, es importante que los dos grandes partidos (en referencia a PSOE y PP) al día siguiente de las elecciones, suelten las estacas", porque el "resto son ayudas o problemas", aseguró.
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